Giscard quiere el sueldo de Prodi y dos despachos
El Consejo de la UE, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo, las tres instituciones de la Unión, están sobresaltados, y en algunos casos hasta escandalizados, por las noticias difundidas estos días sobre las pretensiones económicas y de representación planteadas por Valery Giscard d'Estaing, nombrado el pasado diciembre presidente de la Convención sobre el futuro de Europa, que iniciará sus trabajos en marzo. Giscard d'Estaing, según han asegurado diversas fuentes en Bruselas, ha solicitado un salario mensual equivalente al del presidente de la Comisión Europea (20.000 euros al mes), dos oficinas permanentes con personal en París y en la capital comunitaria, gastos de representación y una infraestructura para desplazamientos y alojamientos.
'Esto es volver a la época del Rey Sol'. 'Ha enviado una señal equivocada'. Fueron ésas algunas de las frases mencionadas ayer por eurodiputados en la Comisión de Asuntos Jurídicos, a la que acudió el secretario de Estado español de Asuntos Europeos, Ramón de Miguel. Éste sí comentó que Giscard d'Estaing había solicitado una 'indemnización' por realizar esa función.
Como precedente, el cargo más parecido al del ex presidente francés lo ocupó durante varios meses, hasta diciembre de 2000, el alemán Roman Herzog, quien presidió la Convención que redactó la Carta de Derechos Fundamentales de la UE. Como tal, no cobró salario alguno y sus gastos fueron sufragados por el Gobierno alemán porque actuaba en ese órgano como representante del Ejecutivo de Berlín.
Giscard d'Estaing, sin embargo, fue designado para esa función por los líderes europeos en la cumbre de Laeken y por eso ha dirigido sus pretensiones al Consejo de la Unión, aunque ya las planteó también hace dos semanas en Madrid al presidente español, José María Aznar.
Hasta ahora han sido ya varios Gobiernos los que han dado a conocer, aunque no oficialmente, quiénes serán sus representantes. Francia situará al ministro de Asuntos Europeos, Pierre Moscovici. Luxemburgo, a Jacques Santer, ex presidente de la Comisión Europea. Y Dinamarca, a Henning Christofersen, ex vicepresidente de la Comisión y ex ministro de Exteriores. Ante semejante nivel político, el Gobierno español se está replanteando la posibilidad de nombrar para el puesto al prestigioso jurista Álvaro Rodríguez Bereijo, que ya estuvo en la Convención para la Carta, y quizás opte por nombrar a otra persona de un perfil más político.
Entre los representantes del Parlamento Europeo, destaca el español Íñigo Méndez de Vigo, eurodiputado del Partido Popular. Como representante de los socialistas también estará el español Carlos Carnero.
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