_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

No más accidentes

Me he decidido a escribir estas líneas una vez transcurridos varios días con la intención, si cabe, debido a las circunstancias, de hacerlo con mayor frialdad sobre el accidente el pasado día 7 de enero, en la estación de Renfe Entrevías. Una enfermera del Samur resultó muerta y un compañero herido grave tras ser arrollados por el tren.

El tren es muy peligroso para aquellos que tenemos que desempeñar nuestro trabajo en las vías, las velocidades son enormes, la frecuencia de paso de trenes, en Cercanías sobre todo (menor de tres minutos), la visibilidad es en muchos casos (curvas, nieblas, lluvia) muy escasa o nula. En definitiva, para todas las personas que 'frecuentamos' las vías nuestras vidas corren constantes peligros. Desgraciadamente, en los últimos meses han perdido la vida más personas en las vías: ferroviarios, personal de contratas, vigilantes jurados y una lista demasiado larga para que los responsables pongan fin de una vez a estas muertes.

Por un lado, ya existen normas internas en Renfe que tratan sobre la protección de obras y personas que transitan por las vías, y las propias circulaciones de trenes, normas que deben mejorarse, pero que, de aplicarse literalmente, se podrían haber evitado los accidentes: dentro de estas normas existe la figura de 'piloto de seguridad', personal de Renfe en constante contacto con los puestos de mando que regulan las circulaciones y, a su vez, pendiente del personal que intercepta la vía para garantizar su retirada a tiempo.

Ésa es la teoría, la práctica deja mucho que desear. Cada vez hay menos personal (política de reducción de personal y desmantelamiento del ferrocarril por parte de Renfe y de los sucesivos Gobiernos), siendo las categorías profesionales que desarrollan las labores de 'pilotos de seguridad' las más afectadas por las reducciones.

Por otra parte, las necesidades de pilotos son mayores, puesto que las obras son cada vez más numerosas, financiadas desde diferentes estamentos totalmente descoordinados: comunidades autónomas, ayuntamientos, ministerio, Renfe; añadiendo además otro tipo de circunstancias como las sanitarias o de vigilancia de seguridad; en conclusión: es imposible aplicar las normas ante la cada vez más acuciante escasez de pilotos.

El futuro no es muy halagüeño. La liberalización y privatización, como hemos comprobado en Gran Bretaña, ya se sabe lo que implica: reducción de gastos y aumento de beneficios y, por tanto, reducción de personal y de los niveles de inversión en seguridad. De este modo no se evitan las muertes; es imprescindible que las normas existentes se mejoren y se cumplan, además de contar con una dotación de personal suficiente y cubrir todas las necesidades para que no se produzcan más accidentes. Que Silvia sea la última, que la tierra le sea leve.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_