El objetivo del pleno empleo se tambalea
La UE cree que no se alcanzarán las previsiones sin la movilización de todos los sectores sociales
La Unión Europea mantiene su objetivo del pleno empleo para el año 2010, pero ahora considera, dada la ralentización económica, que no se logrará sin la movilización de todos los actores económicos y todas las políticas. En esa misma línea, el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, urgió ayer a sus socios europeos a acelerar la liberalización económica en la búsqueda de 'una mayor armonía entre las políticas económicas y las de empleo'.
La primera reunión ministerial celebrada bajo presidencia española terminó ayer en Burgos renovando los compromisos adquiridos por los Quince, que además de crear empleo, quieren que éste sea de mayor calidad.
La Unión Europea contabilizará este año hasta 12 millones de parados; 500.000 más que el año pasado. Será el primer aumento después de cinco años de bonanza. La nueva coyuntura requiere, según la UE, la movilización total. Frente a tal llamamiento, y de forma paradójica, no acudieron a la reunión los ministros de Bélgica, Portugal, Alemania y Francia, si bien estuvieron representados los tres últimos por secretarios de Estado.
Se impulsará un acuerdo para aminorar los efectos de los ajustes en las empresas
Los ministros de Trabajo apuestan por políticas para crear puestos de más calidad
Tales ausencias fueron valoradas por Juan Carlos Aparicio como algo relativamente habitual y que justificó por los procesos electorales que viven tres de esos países (Portugal, Alemania y Francia).
Juan Carlos Aparicio, presidente de la reunión, puso el acento en esa necesidad de integrar todas las políticas para favorecer la creación de 'más y mejor empleo', pero también aportó mayores precisiones. No sólo urgió a la liberalización económica, sino que aplaudió la iniciativa de la Comisión Europea, anunciada el pasado viernes, de imponer por la fuerza la liberalización del sector del gas y la electricidad a ciertos países, especialmente Francia, que es el más retrasado.
Para el ministro Aparicio, Bruselas está en este terreno en su papel de recordar a los países miembros los compromisos adquiridos. 'Es evidente que no todos los países llevan la misma velocidad. Que la Comisión les urja a acelerar el proceso me parece correcto', añadió.
A pesar de la difícil coyuntura, que Aparicio minimizó el día anterior, los ministros de Empleo y Asuntos Sociales no parecen ver necesaria una rebaja de sus expectativas, consistentes en convertir a Europa en el área más competitiva del mundo con los más altos estándares sociales. De ahí que el debate se centrara ayer también en mejorar la protección social. Uno de los asuntos que más se debatió es el de aumentar la tasa de empleo de los más mayores (de 55 a 65 años de edad). 'La tarea es enorme, porque esa tasa de ocupación está situada en el 37,8% y tenemos que elevarla hasta el 50%', señaló la comisaria europea de Empleo y Asuntos Sociales, la socialista griega Anna Diamantopoulou.
Para aumentar la tasa de ocupación y, de paso, garantizar los sistemas de pensiones y afrontar el envejecimiento de la población, la reunión de Burgos ratificó su intención de facilitar la permanencia en el mercado laboral de los más mayores. 'Estamos a favor de flexibilizar la organización del trabajo en relación a los horarios, por ejemplo', dijo Aparicio. 'Pero esta flexibilidad habría que aplicarla sobre todo a la población más desfavorecida, como las personas mayores, las mujeres o los discapacitados'. Todos parecen estar de acuerdo en fomentar la retirada gradual del trabajo, un mecanismo poco desarrollado en Europa.
'Hay más consenso del esperado', dijo una fuente de la Comisión Europea. 'No se ha notado la habitual división más economicista de España-Reino Unido, frente a la visión más social de Francia-Bélgica. Sobre cómo flexibilizar la organización del trabajo, por ejemplo, hay quien ha hecho más hincapié, pero ninguna delegación se ha mostrado en contra'.
Diamantopoulou insistió en la buena acogida que obtuvo entre los ministros la propuesta de la Comisión Europea de lanzar un gran acuerdo entre los interlocutores sociales para aminorar los efectos sociales de las reestructuraciones empresariales, que el año pasado costaron la pérdida de 350.000 empleos.
En la mejora de la protección social, también fue bien recibida la iniciativa de unificar la tarjeta sanitaria en toda la Unión Europea. 'Esta tarjeta sustituiría al volante E-111 que deben obtener los ciudadanos cuando cambian de país', explicó Diamantopoulou. 'No cambiará los derechos que otorga cada país, pues después el sistema sanitario de origen reembolsará los gastos como ahora. Se trata de simplificar los procedimientos. La nueva tarjeta sanitaria sería, como el euro, un trozo de Europa en el bolsillo de los ciudadanos'. Los jefes de Estado y de Gobierno se pronunciarán sobre esta iniciativa en la próxima Cumbre de Barcelona de mediados del próximo mes de marzo.
En la ciudad de Burgos, mientras tanto, se ha vivido una tensión inusitada. Medio millar de agentes policiales han reforzado la seguridad revisando incluso el alcantarillado de la ciudad. El despliegue fue tan espectacular que la cacerolada de los antimundialistas de ayer por la mañana contó con más agentes (unos 200) que manifestantes (medio centenar). La protesta del día anterior, bajo el lema 'Otra Europa para otro mundo' contó con varios cientos de personas pertenecientes a una quincena de organizaciones locales, organizadoras también de una segunda y discreta protesta anoche por las calles céntricas de la ciudad.
El consejo de ministros de Burgos es informal y, por tanto, no toma decisiones, pero tiene relevancia en el sentido de que es preparatorio de la próxima Cumbre europea de Barcelona, y en la que se van a analizar estos aspectos sociales en un momento económico adverso.
Se calcula que en el trienio 2001-2003 sólo se van a crear 3,3 millones de puestos de trabajo, frente a los 2,4 millones creados el año pasado. Unos objetivos para afrontar una tasa de paro que en la Unión Europea se sitúa aún en el 8,3%, y con una tasa de empleo en el 63,9%, que sigue siendo inferior a las de Estados Unidos y Japón.
El objetivo que se ha marcado la UE para el año 2010 es aumentar la tasa de empleo hasta el 70%, lo que requiere crear de aquí a esa fecha otros seis millones de nuevos empleos, además de los 9,9 millones de puestos de trabajo netos ya generados hasta la fecha.
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