El frente ambiental del azulejo
El problema de la contaminación atmosférica apremia a una industria cerámica que afronta la recesión
La inversión industrial que realizó el sector cerámico, durante 2000 ascendió a cerca de 25.000 millones de pesetas. Este dato representa el 30% de la inversión realizada en la Comunidad Valenciana y el 73% de la inversión en maquinaria, instalaciones y utillaje que se resgistró en todas las industrias de la provincia de Castellón. Estos índices se corresponden con el alto porcentaje de industrias cerámicas que se ubican en la provincia y que abarcan casi el 94% de la producción española. Así, para la provincia de Castellón, el sector azulejero es la industria que proporciona más puestos de trabajo y el que genera mayor riqueza. Sin embargo, desde varios estamentos se ha advertido de la peligrosidad de esta circunstancia ya que, si se tambalea el sector, se tambalea la provincia.
Existen dos factores claves: la dimensión de las partículas y su composición
Todavía no existe una directiva europea que fije límites, pero sí una propuesta
El presidente de la patronal azulejera, Ascer, Fernado Diago, ya manifestó que la situación del sector cerámico necesita una revisión de varios puntos. La desaceleración en el crecimiento económico, ya constatable, y los miles de metros cuadrados de stock que las azulejeras empezaron a acumular provocaron la promoción de lo que Diago calificó como 'una reflexión'. Sin embargo, la industria tiene otro frente abierto, el del medio ambiente y el cumplimiento de las directivas europeas, mucho más rígidas que las estatales. Algunas de ellas ya están en vigor, aunque han marcado fechas futuras para el cumplimiento de sus parámetros. Otras, a más largo plazo, significarán, igualmente, la necesidad de un gran esfuerzo por parte del sector para su cumplimiento.
La existencia de altos niveles de partículas nocivas en la atmósfera de las áreas de máxima concentración de industria cerámica de la provincia de Castellón ha sido detectada en varios casos. Existen dos factores que resultan claves para determinar el nivel de nocividad de los contaminantes atmosféricos: por un lado, la dimensión de las partículas y, por otro, la composición de las mismas.
Son tres los municipios en los que, particularmente, se han realizado mediciones sobre la contaminación: Vila-real, Onda y L'Alcora. Miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han participado en la elaboración de informes que los que se analizan estos datos.
Existen dos de estos informes en los que se ofrecen datos comparativos. Por ejemplo en el caso de Onda y referentes a la concentración de pequeñas partículas, que se encuentran en el ambiente y que son respirables. Mientras que el límite fijado por la Unión Europea, y de cumplimiento en 2005, es de 40 microgramos metro cúbico, en Onda los índices muestran que en 1997-1998 la concentración era de 35.3 microgramos, cantidad que ascendió a 43.5 microgramos entre 1998 y 1999 y que se convirtió en una media de 65 microgramos por metro cúbico en 2000. Es decir, la concentración de estas partículas es progresiva.
Tanto en L'Alcora como en Vila-real se dan índices semejantes y, sin embargo, la respuesta no ha sido la misma. El Ayuntamiento de Onda, gobernado por socialistas, ha optado por procurar un descenso de estos índices. Así lo planteó al sector y ofreció la posibilidad de llegar a un acuerdo o de actuar 'por imperativo legal' exigiendo medidas a todas las industrias del término. La patronal aceptó. En Vila-real y L'Alcora, sin embargo, los ayuntamientos, gobernados por los populares, no han tomado decisiones semejantes.
Precisamente este tema, el de las características, el almacenamiento y el transporte de materiales polvorientos es el que, desde mañana, abordará un curso organizado por el Instituto de Tecnología Cerámica. Uno de los objetivos del curso es conocer las soluciones prácticas a los problemas del transporte y almacenamiento de estas materias. Por otra parte, la industria ha de afrontar los datos que se refieren a la composición de estas partículas. Todavía no existe una directiva europea que fije límites, pero sí una propuesta que dejará los índices obtenidos en las estaciones medidoras de Castellón al margen de la reglamentación, al menos respecto a algunos elementos como el arsénico.
También se han registrado niveles altos en otros elementos como el plomo, el óxido de aluminio o el óxido de silicio que, en determinados casos, pueden provocar diversas enfermedades, según admite el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Una vez conocidos los datos, tanto representantes del PSPV como de EU y del BNV, han exigido a la Administración que adopte medidas, de forma generalizada para rebajar los índices de una contaminación que, por el momento, se podrían situar en la legalidad, pero que, en tres años, estará fuera de la ley.
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