La última opción

El vertedero es la última opción en la jerarquía de gestión de los RSU. Aunque en este país durante muchos años ha sido la primera y única alternativa en el mejor de los casos. Los vertidos incontrolados han proliferado y todavía existen. Erradicar esos vertidos, acondicionar los viejos vertederos a los nuevos requisitos de la Directiva europea sobre vertido y clausurar los que no los cumplan es una prioridad. Por desgracia se sigue apostando por el vertido en los Planes Zonales de Residuos y por la construcción de grandes vertederos, cuando el hincapié debería ponerse sobre la reducción en la generación de residuos y en el tratamiento correcto de los mismos. Sobre el primer tema nada se propone desde la Consejería de Medio Ambiente.

Las plantas de tratamiento que se diseñan tienen unos porcentajes de recuperación de materiales ridículos y se pospone indefinidamente la recogida selectiva de la materia orgánica. Además sólo existirá ésta en un futuro (indefinido) en aquellas zonas con una generación importante de RSU. Se apuesta claramente por otro tipo de recogida selectiva, la de los envases y embalajes, pues es la que proporcionará ingresos constantes a Ayuntamientos y Consorcios, dando cobertura a los fabricantes que sólo piensan en el 'usar y tirar'.

La aplicación de la Ley de Envases (con el contenedor amarillo) está distorsionando las prioridades lógicas. Además no se está cumpliendo con los porcentajes de recuperación de materiales, cuando en Europa ya están pensando en derogar la Directiva y redactar una nueva con mayores porcentajes de recuperación en algunos materiales.

La materia orgánica (MO) es la gran olvidada de los Planes Zonales. Y hay que recordar que los principales problemas ambientales de los vertederos (generación de metano, lixiviados, inestabilidades, incendios, etc) están provocados por la MO. No obstante se proponen desde la consejería plantas de compostaje, pero ya se sabe que sin recogida selectiva previa de la MO el rendimiento es ínfimo y la calidad del compost insuficiente para su utilización agrícola, el mejor destino para ese producto. Los que son agnósticos sobre las posibilidades de la MO (la mayoría de las empresas del sector residuos, como ayer lo eran en el reciclaje y sin embargo están construyendo las plantas de tratamiento) tienen alternativas al compostaje: la biometanización de la MO mediante digestores anaerobios. Ya hay un buen puñado de proyectos por todo el País Valencià.

Un tema importante es la limitación de residuos que se introducen en el vertedero. La Directiva europea sobre vertido prohíbe el vertido de residuos sin tratar, algo que proponía el Plan Integral de Residuos (PIR), cuando destinaba a vertedero las bolsas 'todo en uno' que contenían RSU sin separación en origen. Por suerte en los Planes Zonales se ha corregido ese aspecto. Parece que la reciente trasposición de la Directiva de vertido desde el Gobierno español establece unas restricciones claras para cada tipo de vertedero. Luego hace falta que se cumpla, pues es bastante común el vertido de residuos tóxicos e industriales en vertederos de RSU.

Carlos Arribas es miembro de Ecologistes en Acciò del País Valencià.