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Genetistas y científicos reunidos en Valencia apuestan por la clonación con fines terapéuticos

Los investigadores reprueban el empleo de la técnica aplicada a la reproducción humana

Los genetistas y científicos reunidos ayer en el congreso que se celebró en Valencia sobre ética y clonación coincidieron en las grandes expectativas que la clonación terapéutica ofrece para el remedio de algunas enfermedades actualmente incurables y destacaron la necesidad de contar con un marco legal que defina con claridad los límites de esta práctica. De forma paralela al apoyo del uso de embriones humanos de escasos días para extraer células madre que puedan regenerar o sustituir tejidos u órganos humanos dañados, rechazaron rotundamente la clonación reproductiva.

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La clonación terapéutica es una de las técnicas que persigue la obtención de células madre, que se distinguen por su versatilidad, y que estimuladas de forma adecuada, se multiplican en laboratorio y tienen la facultad de convertirse en células programadas para la función de un tejido concreto. En el caso de esta técnica, para conseguirlas se toma el núcleo de una célula de un adulto -de la piel, por ejemplo- y se introduce en un óvulo al que previamente se le ha extraído el núcleo. El embrión resultante crece en el laboratorio, se destruye y se extraen de él células madre. También se pueden obtener células madre de embriones congelados que no se han utilizado para la reproducción asistida, e incluso de órganos como la placenta o el cordón umbilical -con los que es más difícil lograr células diferenciadas-.

'Son muchos millones de personas en España que podrían beneficiarse de los resultados de investigaciones en células madre', apuntó el ex coordinador nacional de transplantes Rafael Matesanz, uno de los ponentes al congreso organizado por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA) y la Generalitat.

En cuanto a la clonación terapéutica, pese a que el único intento de lograr un embrión de este tipo ha fracasado, gran parte de la comunidad científica tiene puestas sus esperanzas en el desarrollo de esta técnica para la solución de algunas de las principales enfermedades. Incluso el premio Nobel de Medicina Jean Dausset, pese a evitar mostrar su opinión sobre el uso de embriones humanos, reconoció ayer en Valencia sus 'enormes' posibilidades técnicas. Los diabéticos y los pacientes de Parkinson podrían ser algunos de los más beneficiados, añadió Matesanz. Pero también podría aportar importantes avances en el campo de los trasplantes, ya que con la posibilidad de obtener órganos y tejidos genéticamente iguales a los del receptor, se evitarían los problemas de rechazo o de escasez.

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Tanto Carlos Martínez, del Centro Nacional de Biotecnología del Centro Superior de Investigaciones Científicas, como el profesor Bernat Soria, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche, coincidieron en las posibilidades que ofrece esta técnica y apoyaron la investigación en este campo para determinar las posibilidades reales que ofrece. Soria también subrayó la importancia de otras técnicas como el uso de células embrionarias que pueden extraerse de los miles de embriones congelados con los que cuentan los centros de reproducción asistida, los sobrantes de los procesos de fertilización in vitro.

El profesor Carlos Simón, del Instituto Valenciano de Infertilidad, destacó la importancia de la investigación en células madre y, tras comentar los problemas que pueden surgir -técnicos y éticos- con las células embrionarias obtenidas a partir de la clonación terapéutica, aportó dos posibles soluciones. Una es emplear los embriones congelados -unos 6.000 sólo en su instituto- aunque advirtió del pobre aprovechamiento de estos debido a los problemas que se derivan de su descongelación -sólo podrían ser utilizables 20 de los 1.374 conservados más de cinco años-. La otra alternativa son los embriones no viables resultantes de los procesos de fertilización in vitro, solución en la que trabaja.

Pero los científicos se cerraron en redondo ante la posibilidad de que se aplicara la clonación reproductiva. Esta técnica -que se diferencia respecto a la terapéutica porque en lugar de destruirse, el embrión se implanta en el útero- y que permitiría la clonación de seres humano es una 'exageración tremenda', en boca del secretario de la FVEA, Santiago Grisolía.

Mientras el Reino Unido ha aprobado la clonación de embriones humanos con fines médicos y Alemania la prohíbe, en España no existe normativa legal que regule esta técnica, apuntó Matesanz. Para aclarar esta situación, defendió la necesidad de una normativa europea que regule las investigaciones científicas y una mayor flexibilización en las leyes para que los investigadores no se encuentren con una situación 'indefinida' y puedan trabajar 'sin ir a la cárcel'.

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