Patrice Chéreau narra el viaje de dos personas que se encuentran en el sexo

Ella va cada miércoles a casa de él y únicamente quiere sexo. No se conocen, no se hablan, sólo hacen el amor. Y así cada tarde de miércoles. Es a través del sexo como inician juntos un camino en la vida este hombre y esta mujer en Intimidad, la última película del francés Patrice Chéreau, que obtuvo el Oso de Oro en el pasado Festival de Berlín y el Oso de Plata a la mejor actriz para su protagonista femenina, la neozelandesa Kerry Fox, y que se estrena hoy en España.

Basada en el libro del mismo título y en dos relatos breves -Amor en tiempos tristes y Nightlight- del escritor Hanif Kureishi, Chéreau confiesa que leyó Intimidad un día de abril de 1988, pero se dio cuenta de que era muy complicado hacer un filme basado sólo en él. Así que encontró la base de su película en Nightlight, que contaba la historia de un hombre que había abandonado a su mujer y a sus hijos, que vivía en un apartamento en Londres, y que mantenía una relación secreta y silenciosa con una mujer que iba a su casa todos los miércoles a una hora concreta. Vi que era un tema para una película formidable. Se me ocurrieron muchas preguntas: ¿Quiénes son?, ¿qué buscan?, ¿cuándo aparece el amor en su juego amoroso?', se pregunta Chéreau, director de cine, de ópera y de teatro. Para calmar su curiosidad, Chéreau escribió el guión de Intimidad, junto a una mujer, Anne-Louise Trividic. 'Estoy muy satisfecho de haber hecho el guión con otra persona y, concretamente, con una mujer. Si lo hubiera hecho solo, el personaje de la mujer no hubiera existido tal y como aparece en el filme', asegura.

Intimidad, protagonizada por Mark Rylance y Kerry Fox, incluye largas escenas de sexo explícitas, para lo que Chéreau buscó la complicidad de los actores y les hizo entender la importancia que tenían en la historia. 'Entre los actores y yo ha existido una confianza total. He descubierto a dos personas que me han hecho un regalo estupendo, que se han reconocido en la totalidad de la historia y han dado importancia a todo el filme y no sólo a las escenas de sexo, que es verdad que eran las más importantes', dice su realizador.

Rodada en inglés y en Londres, Chéreau buscó en Rylance y Fox a dos intérpretes cotidinanos, cercanos, normales y sin cuerpos perfectos. 'El hombre y la mujer son como todos. Si yo me encuentro con alguien con uncuerpo perfecto, me siento totalmente intimidado. Pienso 'qué maravilloso', pero esto no es para mí', finaliza Chéreau.