Un perito defiende que el inspector fiscal malagueño tapó el fraude al IVA

El juicio que se celebra en la Audiencia de Málaga contra 11 acusados de usar más de 5.000 millones de pesetas en facturas falsas para lograr la devolución del IVA dio ayer un vuelco en contra del principal procesado con la declaración de un especialista de Hacienda en detección de fraudes, que situó al inspector fiscal malagueño Juan García Ruiz dentro de la trama, pese a que ni él ni los otros acusados habían señalado su implicación.

A Juan García Ruiz se le acusa de haber puesto sus conocimientos fiscales al servicio de la trama y haber falseado las inspecciones de las empresas que supuestamente compraban facturas falsas a su hermano, el fallecido Francisco García Ruiz, para evitar que se detectara el fraude. En su larga declaración, que ocupó la mayor parte de la jornada del martes y las primeras horas de la de ayer, el inspector negó haber participado en la estafa, atribuyó a la casualidad el hecho de que las empresas implicadas en el fraude hubieran sido investigadas por él y aseguró que con el protocolo que se usaba en las inspecciones era 'imposible' detectar las irregularidades que se juzgan.

Estas aseveraciones fueron contestadas durante la intervención de Víctor Morena Roy, subdirector general de Inspección Territorial de la Agencia Tributaria y especialista en detección de fraudes. Este perito aseguró que 'el sistema informático de que disponían los inspectores en ese tiempo estaba preparado para cruzar datos, de modo que las irregularidades contables eran perfectamente detectables, tanto desde Madrid como, por supuesto, desde Málaga'.

Morena relató que la trama malagueña fue descubierta durante la investigación de un fraude similar en Madrid, donde se empleó una empresa fantasma que tenía relación con una de las sociedades pantalla creadas por Francisco García Ruiz. 'Esto nos hizo deducir que también esa empresa podía estar inmersa en una actividad fraudulenta', explicó.

El nombre de Juan García Ruiz empezó a sonar pronto. 'En principio se podría pensar que sus inspecciones simplemente eran incorrectas, pero el hecho de que varios familiares suyos figurasen en la constitución de algunas de las sociedades llevaba a pensar que él tenía que conocerlas'. Poco después, añadió, fue detectado el ingreso en una sociedad patrimonial de la esposa del inspector de una cantidad proveniente de una empresa fantasma. También señaló que los inspectores fiscales implicados en tramas fraudulentas en otras ciudades eran compañeros de promoción y conocidos de Juan García Ruiz.