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La economía europea afronta el primer semestre de 2002 sin indicios de recuperación

Los analistas corrigen el optimismo de Rato aunque no esperan una crisis larga y profunda

Jarro de agua fría para la presidencia española de la UE y contra la euforia desatada con la llegada del euro. Frente al optimismo mostrado días atrás por el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, sobre las señales de recuperación económica, los analistas consultados coinciden en que hay que prepararse para un primer semestre todavía duro. Los últimos datos procedentes de Alemania -fuerte caída de la producción industrial y aumento del paro- señalan que la recesión está en pleno auge. En Estados Unidos no se descarta que a una leve recuperación le siga una recaída. Pese a todo, no se espera que la crisis sea tan larga y profunda como las anteriores.

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El optimismo de Rato se basa, sobre todo, en que el indicador de clima económico en la UE mejoró una décima en diciembre, por primera vez en todo el pasado año. También el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Otmar Issing, habló días atrás de 'leves indicios' de recuperación. ¿Es un espejismo o realmente se ve ya la salida del túnel?

'Mejora la confianza porque es lo normal después del bache tras los atentados del 11-S, cuando todos pensamos que el mundo se iba a hundir', explica Ángel Laborda, de la Fundación de las Cajas de Ahorros. 'Vamos a tener todavía un primer semestre con unos datos muy flojos', añade. 'En Europa aún no se ha digerido la crisis', explica Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales.

El bache de Alemania

Los últimos datos no permiten pensar que lo peor de la crisis haya pasado. Alemania, el 30% de la economía europea, acaba de superar los cuatro millones de parados, su producción industrial ha caído un 8,6% en los últimos tres meses y lleva camino de entrar en un tercer trimestre (el cuarto del pasado año) con crecimiento negativo.

Todas las miradas están pendientes de lo que ocurra en Estados Unidos. El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, habló hace unos días de signos de recuperación, aunque no antes de la segunda mitad del año. Más optimista, el secretario de Comercio, Donal Evans, dijo ayer que la economía estadounidense 'está a punto de dar por concluida la recesión'.

Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research (CEPR), comparte que EE UU 'ha podido tocar fondo' pero subraya que 'allí van por delante de nosotros'. En opinión de Antonio Villarroya, de Merril Lynch, 'la economía europea se va a recuperar más lentamente que la americana, porque aquí no se está produciendo un estímulo fiscal'.

Además, el Banco Central Europeo (BCE) no va a adoptar una política monetaria tan agresiva como la de la Reserva Federal de EE UU. En la zona euro, los tipos de interés apenas se han reducido un punto y medio a lo largo del pasado año (hasta el 3,25% actual), mientras que en EE UU se han recortado 3,75 puntos (hasta el 1,75%). Según Villarroya, el mercado espera que los tipos en Europa se sitúen en el 3% y hay quien no descarta incluso que puedan subir a mediados de año.

La pregunta que se hacen todos ahora es si la crisis va a ser tan larga y profunda como las anteriores. La respuesta es no, porque las economías europeas han ganado nivel de resistencia, no ha habido deterioro de la capacidad productiva y, salvo en el caso de Alemania, no hay recesión a la vista. Los analistas de Morgan Stanley, sin embargo, manejan la tesis de la 'W' para la economía estadounidense.

'Barajamos la posibilidad de una recaída en EE UU; es decir, que la salida de la crisis no sea de la calidad suficiente como para ser duradera', explica el analista Jorge Velasco. Si fuera así, las posibilidades que tiene la economía europea de superar el bache en el segundo semestre sufrirían un retraso.

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