4.000 alumnos se incorporaron tarde al curso en el primer trimestre
Los sindicatos reclaman más previsión
Casi 4.000 estudiantes, según datos de Enseñanza, se han incorporado al colegio cuando el curso 2001-02 ya había empezado. Profesores y sindicatos critican que la 'falta de planificación' del Departamento de Enseñanza para acoger a estos alumnos de incorporación tardía, la gran mayoría de ellos hijos de inmigrantes, favorece la formación de guetos, que se concentran fundamentalmente en la escuela pública.
Sólo durante el primer trimestre del presente curso, las aulas de los institutos y escuelas de Badalona han acogido 500 alumnos de incorporación tardía, la mitad de ellos inmigrantes.
'La política de Enseñanza vulnera la voluntad de integrar', señala UGT
'Es un goteo, pero es constante y va en aumento', afirma Josep Anguera, jefe de estudios del instituto Joaquim Mir. De septiembre a enero, este centro de Vilanova i la Geltrú ha gestionado el ingreso de 25 nuevos estudiantes de ESO. El resultado es la masificación: 'Nuestras ratios alcanzan los 30 y hasta 33 alumnos por clase, cuando deberían ser 25 por aula, y eso repercute en el funcionamiento del instituto', asegura.
La cifra de alumnos de incorporación tardía que apunta Enseñanza parece quedarse corta, por lo menos en lo que se refiere a Girona. Si el departamento de Carme-Laura Gil estima que en toda esta provincia ya se han incorporado al curso 450 nuevos estudiantes, los datos proporcionados por Enseñanza en Girona indican que sólo en esta ciudad han gestionado 530 solicitudes. 'Se planifica demasiado poco y el resultado es que se favorece la creación de guetos. El trabajo no se puede hacer de un día para otro', reflexiona Anna Pagans, nueva alcaldesa de Girona y miembro del Consejo Escolar Municipal. En el consistorio se constata que 'cuando hay avalancha de nuevos alumnos que llegan fuera de plazo, Enseñanza opta por aumentar las ratios, lo que afecta directamente a la calidad de la educación de todos', según Pagans.
Badalona se enfrenta de lleno a este problema. Sus institutos y escuelashan acogido a 501 nuevos alumnos con el curso ya en marcha, y a una abrumadora mayoría se les asigna plaza en los centros públicos. Emilio Muñoz, coordinador de Educación, revela datos irrebatibles: más del 85% de 283 de estos alumnos -hijos de inmigrantes, sobre todo de China, Marruecos y Ecuador- son distribuidos en la pública, cuando aproximadamente el 52% de los todos alumnos de la ciudad matriculados en los plazos oficiales cursan sus estudios en escuelas privadas concertadas.
'Constatamos un problema de desigualdad en el proceso de matriculación, porque la política del departamento vulnera la voluntad de integrar a los alumnos y se fomenta la creación de guetos escolares', señala Jaume Graells, de UGT. 'La conclusión a la que llegamos es que a estas alturas seguimos teniendo escuelas de ricos y escuelas de pobres, sean inmigrantes o no', añade. Graells revela un dato para la reflexión: en la actualidad sólo el 11% de los hijos de padres con titulación superior van a la escuela pública.
Carles Martínez, del sindicato USTEC-STE, redunda en esta idea: 'Tenemos la sensación de que hay una política orquestada desde Enseñanza para que las clases medias abandonen la escuela pública para hacer hueco a los más desfavorecidos, y ello comporta un riesgo de fractura social importante'.
Luz Jabardo, portavoz de CC OO, cree que 'la falta de planificación y previsión para incorporar los alumnos de incorporación tardía genera situaciones que se resuelven como se puede, no como se debe. El mapa escolar de hace seis años tenía que haber sido revisado porque la situación ya no es la misma'.
Enseñanza replica a las críticas afirmando que desde que se aprobó el decreto de admisión de alumnos, el año pasado, se tiene 'constancia de que la distribución de este tipo de estudiantes es equitativa y equilibrada, y con el nuevo decreto que se está preparando se afinará aún más'. Enseñanza recuerda que la oferta de plazas públicas y privadas no es la misma, y que la escuela se asigna en función de la cercanía a la vivienda del estudiante.
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