Inversiones devaluadas

Las medidas del Gobierno argentino contra la crisis sumen a las empresas españolas presentes en ese país en la incertidumbre y provocan el cambio de sus planes

La grave crisis que atraviesa Argentina ha cambiado las reglas del juego para los inversores extranjeros. En medio del desconcierto y las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno, como la devaluación del peso, las empresas españolas replantean estrategias. Han invertido allí 8.000 millones de dólares y se pronosticaba la llegada de otros 12.000 millones en los próximos años, que ahora han quedado en el alero.

Los portavoces de las cinco grandes empresas españolas en Argentina -Repsol YPF, Telefónica, Endesa, BBVA y SCH- no quieren explicar sus planes, al menos hasta que el Gobierno argentino no defina el conjunto de medidas. Entre otras cosas, si se va a poder compensar la pesificación de créditos, si se podrán renegociar los contratos de servicios públicos o si habrá un impuesto a la exportación de hidrocarburos. En cualquier caso, los analistas no dudan que las estrategias de estas compañías se verán alteradas. No creen que vayan a abandonar el tablero de juego - 'sus inversiones han sido a medio y largo plazo', dicen-, pero quizás paralicen proyectos de inversión y sus beneficios sufrirán.

En ese sentido los más perjudicados serían los bancos que, a cambio, ya han realizado la mayor parte de las inversiones para modernizar sus redes. En cuanto a Telefónica, los analistas calculan que la devaluación puede afectar a sus beneficios hasta en el 28%, pérdida que podría amortiguarse si se permite a la compañía reducir su inversión en zonas de baja rentabilidad. Con la pesificación de tarifas, Endesa ha visto incrementada la incertidumbre que ya vivía con el cambio de las normas reguladoras, ahora paralizadas. Como Aguas de Barcelona, o constructoras y concesionarias de autopistas (Dragados, OHL y Acesa), la eléctrica está pendiente de mayor concreción sobre los precios. Repsol YPF admite que sus planes están suspendidos hasta que el Gobierno decida los últimos detalles del plan económico.