Los socialistas defienden que sólo la ciudad con proyecto tiene futuro

Oriol Nel.lo, diputado del PSC en Parlament de Catalunya, sintetizó las conclusiones en una frase: 'Más regulación, no menos. Y el reto de los socialistas es explicarlo'.

Nel.lo ofreció una disertación vibrante sustentada por su experiencia como investigador del Center for Metropolitan Planning and Research, de la Universidad John Hopkins de Baltimore, y del Institut d'Estudis Metropolitans de Barcelona, que dirigió durante dos años.

El diputado dibujó las tendencias de las transformaciones urbanas registradas en las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana con tres trazos: la expansión de las áreas urbanas; la dispersión de las actividades y de la población sobre el territorio; y la especialización funcional y social del espacio.

Nel.lo defendió la potencia y posibilidades de las aglomeraciones urbanas frente a la dispersión característica de ciertos modelos de crecimiento que derivan, por ejemplo, en la aparición de auténticos 'guetos para ricos'. Y apostó por la regulación urbanística como garantía de la equidad social.

Por eso apostó por un salto de la concepción de las aglomeraciones a escala metropolitana para abordar sus necesidades en conjunto; sugirió que es necesario impulsar el acceso homogéneo de los vecinos a los servicios y, en la medida de lo posible, a los niveles de renta; y todo ello para sustentar la cohesión del sistema urbano.

Los retos de los gestores urbanos ante tal situación pasarían por garantizar la sostenibilidad del acceso al suelo, de la acumulación de residuos o del consumo de energía y agua. En segundo lugar es clave para el correcto funcionamiento del entramado urbano ofrecer redes de comunicación que garanticen la movilidad de los vecinos y su posibilidad de acceso a los servicios públicos. Finalmente, el gran reto de los gestores pasa por impulsar la equidad social para impedir la segregación urbana o la aparición de áreas degradadas.

Desde la perspectiva política, Nel.lo resumió los retos de los responsables municipales en materia urbanística en tres aspectos: la defensa de un entorno compacto que acumule una adecuada densidad de población; la defensa de la complejidad y la convivencia de usos; y la defensa de la cohesión y la equidad social.

Los instrumentos necesarios para impulsar una ciudad con un proyecto sostenible serían, finalmente, tres: las políticas de ámbito urbano con adecuado respaldo financiero; la práctica urbanística y su regulación; y la cooperación institucional y su promoción.

El debate posterior entre representantes municipales abundó en la necesidad de canalizar el negocio privado de la promoción de vivienda para garantizar la sostenibilidad del entorno metropolitano. 'Negocio sí, pero controlado', fue la conclusión.