El conflicto en el Desert de les Palmes tiene forma de gran carretera
Al margen de las tres principales zonas amenazadas, apenas se han denunciado agresiones urbanísticas. En el caso del Desert de les Palmes la mayor amenaza no es la vivienda, sino la construcción de una carretera de alta capacidad entre Cabanes y Oropesa, que, recorriendo el único borde virgen del enclave, colmará de ruidos e impactos visuales los valles más tranquilos del enclave. Tampoco hacen mucho ruido los problemas de la construcción en el Carrascar de la Font Roja. Y el parque natural más mancillado durante los últimos años, el marjal de Pego-Oliva no lo ha sido por cuestiones urbanas, sino por el empecinamiento del alcalde de Pego, Carlos Pascual, en convertir el humedal en campos de cultivo. Tema que ya está en manos de la justicia.
En cuanto a otros parques, apenas presentan problemas. El de Serra d'Espadà, al ser muy extenso y afectar a pequeños municipios de interior ya ha reservado suficiente territorio para garantizar el crecimiento urbano de los mismos. Tampoco hay excesivos problemas en el de Serra Calderona, que con todos los trámites cumplidos (el retraso en su aprobación definitiva es injustificado) tendría que aprobarse de forma inminente.
Por último, el de Serra d'Irta, también inminente, al afectar a municipios litorales sí ha despertado sospechas de especulación urbanística. Acció Ecologista Agro ya denunció en sus alegaciones al PORN del parque que Peñíscola declaraba en su PGOU, aprobado en 1977, toda su zona litoral como urbanizable. 'Si se hubiera revisado el PGOU, como debiera haberse hecho, y sometida la revisión a la ley valenciana de Impacto Ambiental, vigente desde 1989, la desclasificación de suelo en éste ámbito habría sido tan importante'. La creación del parque, finalmente, sí supone la desclasificación de casi 30 kilómetros cuadrados. Otro punto conflictivo es el marjal de Peñíscola, 'situado junto a la Serra d'Irta y de cuyos acuíferos depende la supervivencia del paraje y de sus especies asociadas (posee las mayores poblaciones naturales mundiales de especies en peligro de extinción, fartet y samaruc)', según Ecologistas en Acción.
Esta organización critica que la consejería 'encuentre irrelevante la relación de este paraje con la Sierra de Irta y además fomenta la construcción de miles de viviendas en las zonas de influencia.
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