Un juez imputa a siete médicos que hicieron la autopsia a un bebé sin permiso de los padres

Un juez ha imputado a siete médicos del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario de San Juan (L'Alacantí) que extrajeron los órganos de un bebé que nació muerto para practicarle la preceptiva autopsia, sin la autorización formal de los padres. Tras el estudio, los facultativos rellenaron con papeles la cavidad torácica del bebé, una niña. La investigación judicial comenzó a raíz de una denuncia presentada por los padres contra los facultativos porque éstos les ofrecieron 'hasta cuatro versiones distintas' sobre las causas del fallecimiento.

Tres de los facultativos imputados, entre ellos Pedro Acién, jefe del Servicio de Obstrecia del mencionado hospital, declararon ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Sant Vicent del Raspeig. Según fuentes próximas a la investigación, Acién admitió que el hospital realizó la autopsia al bebé -preceptiva porque no se conocía la causa de la muerte- sin contar con la autorización, por escrito, de los padres.

La investigación judicial se inició a raíz de una denuncia presentada por los padres el pasado 19 de julio, con la intención de aclarar la causas del fallecimiento de su hija. Antonio Ivorra, padre de la niña, mantiene que los médicos que atendieron el parto de su mujer le dieron hasta cuatro versiones distintas sobre las causas de la muerte de la niña, 'dos de ellas por escrito'.

El padre solicitó al magistrado que un forense designado por el juzgado realizara una autopsia. No obstante, el funcionario judicial comprobó que la autopsia ya se había practicado en el hospital y que durante la misna se extrajeron del cádaver varios órganos.

El letrado de la familia ha pedido un segundo estudio necrópsico del bebé. El hospital ha remitido al juzgado la vísceras extraídas al cádaver de la niña que, a su vez, el juzgado ha remitido al Instituto Nacional de Toxicología para corroborar, mediante la prueba del ADN, que efectivamente pertenecen al bebé objeto de la investigación judicial.

Inicialmente, el juez había citado a declarar a los médicos del departamento de Ginecología del Hospital de San Juan en calidad de testigos. Según informó ayer el abogado de la familia, el magistrado varió a última hora el auto de citación y optó por tomar declaración a los facultativos en calidad de imputados.

En su comparencia ante el juez instructor, el jefe del Servicio de Obstetricia del Hopital Universitario de San Juan, aparte de admitir que practicaron la necropsis sin el consentimiento de los padres, rechazó cualquier otro tipo de irregularidad o negligencia médica. El facultativo aseguró, no obstante, que los resultados del estudio necrópsico fueron remitidos a la paciente a su propio domicilio. El padre de la niña también rechaza esta versión del médico e insiste en que el hospital nunca le remitió documentación alguna sobre la causa del fallecimiento de su hija ni de que se le hubiera prácticado la autopsia.

Respecto a los motivos de la muerte del bebé, Acién manifestó al juez que éste llevaba dos o tres días muerto en el útero de su madre. El facultativo apuntó que la niña falleció por asfixia, estrangulada con el cordón umbilical.

Acién defendió la profesionalidad y actuación de los médicos del departamento que dirige, y señaló que la extracción del feto se realizó mediante una cesárea programada, presenciada por el padre y otros familiares. El juez tomará declaración a los otros cuatro médicos imputados en el caso el próximo lunes.