La policía croata descubre veneno militar en los dializadores de Baxter
Los filtros contenían gas perfluoroizobutileno, utilizado como arma química
El Centro de Investigación Criminalista Juan Vucetic, del Ministerio del Interior de Croacia, ha descubierto gas perfluoroizobutileno en los dializadores de la compañía Baxter que causaron la muerte de 23 pacientes tratados de diálisis en varios hospitales croatas entre el 8 y el 13 de octubre del año pasado. Se trata de un veneno letal incoloro usado también como arma militar química por su gran toxicidad y sobre el cual existe muy poca información técnica.
El portavoz del Ministerio del Interior, Zinka Bardic, confirmó el pasado sábado al diario de Zagreb Vecernji List que la policía concluyó la investigacion sobre los dializadores de Baxter y ha entregado los resultados a la fiscalía nacional. 'No comentaré el contenido de las pesquisas dado que estamos esperando a que sean confirmadas por instituciones internacionales independientes', dijo.
La policía croata tomó el control de los dializadores para someterlos a minuciosos análisis químicos y, en conferencia de prensa, una semana después de las dramáticas muertes, el jefe del Gobierno croata, Ivica Racan, destacó el papel de los expertos policiales en el esclarecimiento de los decesos, sin precisar qué fue lo que se descubrió. Los medios de prensa recibieron tan sólo una escueta información del Ministerio de Sanidad.
Antes de dimitir a causa del escándalo, la ministra de Sanidad de Croacia, Ana Stavljenic Rukavina, declaró que las pesquisas realizadas demostraban que los filtros de hemodiálisis Baxter habían producido la muerte de casi todos los pacientes. Según la ex ministra, 'en la membrana de los filtros fue localizada una sustancia que provocó la emanación de burbujas de aire en la sangre de los pacientes conectados a los aparatos de diálisis'. El peligroso fenómeno causó la embolia pulmonar y cardiovascular que acabó con la vida de los pacientes, explicó.
Los nuevos resultados han sido entregados por la policía croata a la Fiscalía General de la República,pero como la investigación de las muertes fue emprendida en colaboración con las oficinas de Interpol en Washington y en Madrid, es probable que el FBI y la policía española estén al tanto del descubrimiento de los policías croatas.
Un velo de silencio
Parece que la policía croata descubrió la presencia del veneno militar en los dializadores no mucho después de las muertes, pero el caso fue envuelto con un velo de silencio. Se trata de un arma química secreta acerca de la cual los expertos policiales trataron de saber más a través de fuentes científicas presentes en Internet. Una fuente policial que decidió permanecer anónima dijo que los resultados de la investigación sobre el arma tóxica fueron muy escasos y que fue prácticamente imposible acceder a detalles específicos sobre el modo de actuar del gas.
Los representantes de Baxter reconocieron su responsabilidad con presteza y se ofrecieron a pagar reparaciones a las familias de los difuntos. En rueda de prensa en Zagreb, tanto el presidente de la sección de Europa del Este de Baxter, Vicente Belenger, como el director de la división renal europea de la empresa, José Divino, habían anunciado que su compañía asumiría todas las responsabilidades si se demostraba la relación de los filtros de Baxter con los decesos producidos en Croacia y en Espana en agosto pasado.
Belenger y su colega no descartaron la posibilidad de que las investigaciones demostrasen la existencia de un nuevo fenómeno bioquímico no registrado hasta el momento.
Dos son ahora las cuestiones que acosan a la opinión pública: cómo fue posible que el gas mortal acabara en los dializadores y si Baxter ofreció dinero tan rápidamente -antes de finalizar la investigación- para ocultar el enigma del veneno militar, es decir, para encubrir descubrimientos más embarazosos que el de un arma química presente en sus dializadores.
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