Una ventana para el trabajo
Las ventanillas únicas empresariales han ayudado a crear 8.000 empleos en tres años
La mayoría de los emprendedores que no llegan a constituir su empresa desisten cuando se ven atrapados en la maraña burocrática. Desde hace un par de años, el Gobierno impulsa las ventanillas únicas empresariales, un esfuerzo por agilizar esos trámites, reducir los plazos y facilitar la creación de empresas y, por tanto, empleos. Aún son una vía minoritaria.
'Lo que hace falta es simplificar los trámites', asegura el responsable de un programa de creación de empresas
Para crear una empresa no hace falta sólo una idea. Incluso la más básica exige un montón de trámites burocráticos y el trato directo o indirecto con varias administraciones públicas, sin contar con el paso obligado por notarios y registros. Es necesario obtener un número de identificación fiscal (NIF), darse de alta en el impuesto de actividades económicas (IAE) el IRPF y otros impuestos, pasar por la Seguridad Social y afiliar al régimen correspondiente a cada uno de los empleados, obtener las licencias exigidas por cada Ayuntamiento para la actividad en cuestión y las autonómicas. En total, entre tres y seis meses de ventanilla en ventanilla y hasta 60 trámites diferentes, calculan diversas fuentes.
Para romper esta dinámica, el Gobierno puso en marcha hace dos años un nuevo concepto: la ventanilla única empresarial. Un sitio donde todo empresario puede resolver de una tacada todos sus problemas y salir con un único documento.
La primera se inauguró en Valladolid en mayo de 1999, y la última de una lista de 15 en otras tantas provincias, ha abierto sus puertas en Valencia el pasado 20 de diciembre. Por ellas han pasado miles de emprendedores, 4.290 de los cuales llevaron a término su proyecto. Crearon una empresa. Otras 1.312 esperan algún trámite, según los últimos datos del Consejo Superior de Cámaras de Comercio.
Las empresas constituidas por este camino han creado a su vez 8.403 puestos de trabajo. La mayoría de éstos están ligados al comercio minorista, los servicios y actividades profesionales, por delante de la construcción, la hostelería y el turismo, el comercio al por mayor y la industria, constata el seguimiento que hace el Ministerio de Administraciones Públicas.
A pesar de estos números, la mayoría de los emprendedores no siguen este camino cuando deciden crear una empresa. La media mensual de creación de sociedades entre octubre de 2000 y el mismo mes de 2001 supera las 9.000, constata el Instituto Nacional de Estadística.
La primera razón que explica este contraste está en lo poco tupida que es aún la red, si bien la intención es 'contar con una ventanilla única empresarial en al menos una capital de provincia de cada comunidad autónoma antes de que acabe la legislatura [primavera de 2004]', asegura el secretario de Estado para la Administración Pública, Ignacio González. Por ahora hay huecos importantes, como Aragón, Cataluña, Galicia y Extremadura, si bien hay diferentes convenios abiertos y pendientes sólo de un acuerdo final. Además su funcionamiento es 'muy desigual', según la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE).
Entre las ya creadas, sobresale Madrid, donde, gracias a este servicio, hay ya 1.125 nuevas empresas y otras 555 están a punto; Valladolid, 743 y 71, y Las Palmas de Gran Canaria, 624 y 249, respectivamente. Estas cifras no son directamente comparables, ya que las ventanillas se han ido abriendo de forma paulatina. De media, explica González, el 39% de las peticiones se materializan.
'Lo que hace falta es una mayor simplificación burocrática', asegura Alfredo Fernández, director de desarrollo de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y uno de los responsables del programa gratuito de creación de empresas de esta institución, que ha impulsado 2.600 proyectos en los últimos cinco años. El presidente de AJE, Juan Pablo Lázaro, da un paso más al considerar que las ventanillas deberían facilitar la legalización de la empresa, pero también ayudarla a dotarse de servicios básicos, como electricidad o agua, para lo que deberían dar cabida a la inicativa privada.
Para la mayoría de los consultados, las ventanillas creadas hasta ahora, en las que hay agentes de la Seguridad Social, de la Agencia Tributaria y de las administraciones autonómica y local, además de personal de la cámara de comercio correspondiente, que proporciona la infraestructura, suponen un avance. Pero no son milagrosas. Simplifican el trabajo -en parte, porque se basan en un sistema informático común-, pero no lo anulan, de ahí que la constitución de una empresa se demore aún algunas semanas, incluso un mes, siempre en función de la complejidad de la estructura de la sociedad y del trabajo acumulado.
De hecho, cada una de éstas es diferente, ya que se rige por un convenio negociado directamente por las administraciones implicadas, el Consejo de Cámaras y la cámara de comercio afectada, que 'tiene en cuenta las peculiaridades', en palabras del secretario de Estado.
A pesar de todo, se trata de un cambio radical. 'En una sola mañana te haces los trámites y en una semana la empresa puede estar constituida', subraya Nicolás Enríquez, director general de la Fundación Incyde, a través de la cual las cámaras de comercio ofrecen asesoramiento gratuito y ayuda a emprendedores. Y, sobre todo, puede evitar que la burocracia acabe con muchas vocaciones.
Algo más que información
La burocracia no es el único escollo que debe superar un emprendedor. A muchos les hace falta también orientación para elaborar su plan de negocio, ayuda para buscar financiación y seguimiento para evitar que la suya sea parte de ese alrededor del 60% de proyectos que mueren antes de cumplir dos años. No hay por qué pagar para recibir este tipo de ayuda. La Escuela de Organización Industrial lleva cinco años con su programa redepyme y las cámaras intentan satisfacer esta necesidad a través de la Fundación Incyde. En los últimos tres años, éstos han ayudado a crear unas 2.000 empresas, la mitad de ellas por mujeres, y 7.000 puestos de trabajo. No sólo siguen su evolución -el 87% sobrevive a los dos años-, sino que también facilitan microcréditos de hasta dos millones de pesetas para las mujeres empresarias.
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