Una mujer pide en Jaén que la muerte de su marido se considere un accidente laboral

Francisca Reyes protagonizó ayer una singular e individual acción de protesta ante la puerta de la Audiencia de Jaén para reclamar una solución judicial sobre la muerte de su esposo, José Anguita, de 46 años, que se ahogó en una balsa de alpechín en Martos mientras trabajaba hace dos años. Anguita no tenía contrato laboral con la comunidad de regantes Llano Mateo -en la que se produjo el accidente- aunque desde los tribunales aún no se ha decidido si esta muerte se puede considerar un accidente laboral.

Reyes aseguró que está ya 'cansada', 'agotada' y 'sola'. Por este motivo, ha decidido llamar la atención sobre su caso con diversas movilizaciones, que comenzaron con la protesta de ayer y que continuará en los próximos días con nuevas acciones. Reyes portó una pancarta durante su protesta en la sede central de los tribunales de Jaén en la que se podía leer: 'Para que el trabajo no corte la vida de tu marido, pide justicia conmigo'.

De esta forma pretendía llamar la atención de otras mujeres que se encuentren en la misma situación. 'Muchas mujeres se quedan viudas y sin casi medios de vida después de que sus maridos hayan perdido la suya por los empresarios. Yo no quiero que a mí me pase lo mismo', enfatizó ayer Reyes.

La mujer tiene dos hijas y cobra una pensión de 637 euros (106.000 pesetas), cantidad a la que se suman otros 240 euros (40.000 pesetas) mensuales mientras una de sus hijas siga siendo menor.

José Anguita falleció el día 4 de enero de 2000 cuando trabajaba en una balsa de alpechín. Éste se encontraba sobre una estructura desde la que cayó sobre un líquido espeso en el que murió ahogado. Su cuerpo tardó más de 17 horas en ser localizado. Anguita no tenía contrato de trabajo en regla. La comunidad de regantes ha sido sancionada por la Inspección de Trabajo ya que las obras realizadas sobre la balsa no tenían licencia municipal. Las diligencias judiciales se encuentran en los tribunales de Martos.

Este caso es uno de los que se trata desde la Asociación Andaluza de Víctimas de Accidentes Laborales. Ha sido esta organización la que asesora a la viuda en su demanda judicial. Hasta ahora, en el caso está imputada una persona, Miguel Pérez Luque, uno de los principales constructores de la provincia de Jaén, como responsable de la comunidad de regantes. Los informes realizados han puesto de manifiesto que no existían tampoco estudios sobre prevención de riesgos laborales.

'Lo que quiero es que se haga justicia', resaltaba ayer la viuda. Después de dos años, se niega a admitir que la muerte de su marido no se reconozca como consecuencia de la realización de un trabajo por el que percibía remuneración, un salario. 'No quiero quedarme sin nada, ya me quedé sin mi marido', lamentó. Reyes aseguró que no ha contado con el apoyo de nadie, de ninguna de las administraciones a las que ha acudido en demanda de información o documentos.