La fiebre del euro provoca en España aglomeraciones en bancos y cajeros
Al menos 165 millones se pusieron en circulación en el primer día de la nueva moneda
Centenares de miles de españoles entregados a la fiebre del euro guardaron largas colas durante la mañana de ayer ansiosos por conseguir los nuevos billetes. Cerca de 75 millones de euros fueron puestos en circulación a través de las ventanillas de bancos y cajas en las tres horas que abrieron 900 sucursales, según el Banco de España. A esta cifra hay que añadir el dinero canalizado a través de los cajeros, que podrían elevar la cifra a entre 165 y 300 millones de euros (de 27.000 a 49.000 millones de pesetas). La fiebre del euro no se trasladó, sin embargo, a la vida cotidiana. La mayoría de las compras se efectuaron en pesetas. No se registró el temido caos, pero el euro pasará su prueba de fuego hoy, primer día laborable de 2002.
El euro comenzó a saltar ayer desde las cajas de entidades financieras y cajeros hasta las carteras de los españoles en un día festivo que se salvó sin incidentes de importancia. La resaca de la Noche Vieja no impidió que miles de ciudadanos se lanzaran entusiasmados a la caza del euro, que ayer entró en circulación en un momento histórico para el proceso de integración europea. Cerca de 75 millones de euros (12.479 millones de pesetas), según las estimaciones del Banco de España, se pusieron en circulación a través de las ventanillas del 2% de las oficinas de bancos y cajas que permanecieron abiertas durante tres horas por la mañana.
A esta cifra hay que sumar el dinero que se canalizó a través de los cajeros, el método preferido de los españoles para conseguir efectivo. No hay cifras oficiales, pero según los cálculos del sector, entre 90 y 225 millones de euros salieron de las máquinas expendedoras de dinero (entre un 85% y 95% daban euros a mediodía). En total, entre 165 y 300 millones de euros se pusieron en circulación el primer día.
Curiosos, coleccionistas a la caza de las primeras series de billetes, comerciantes y taxistas necesitados de cambio soportaron largas colas en las oficinas de bancos y cajas que abrieron de 11 a 14 horas para facilitar cambio. Hasta dos horas tuvieron que esperar los que acudieron a la sede del Banco de España, junto a la plaza de Cibeles en Madrid, para cambiar pesetas. Las ocho ventanillas abiertas para el día E no daban abasto. 'Llevo 51.580 pesetas justas para conseguir 310 euros, que será el premio de Reyes para quien encuentre la sorpresa en el roscón', explicaba Manuel Blanco, de 67 años, una de las cerca de 300 personas que esperaban su turno en ese momento en la sucursal.
Desbordados
Bancos y cajas se vieron desbordados. 'Parece que regalen dinero', bromeaba Domingo Marino, de 40 años, que esperó una hora y media en esta oficina. 'Ya sé que es festivo y que hay mucha gente, pero tengo mucha curiosidad', confesaba. 'La afluencia de público ha sido muy elevada, superior incluso a las previsiones', señaló el Banco de España en un comunicado. 'Había gente esperando a que abriéramos; parecían las rebajas', indicaron en Caja Madrid.
Los euros se agotaron en algunas sucursales y cajeros. Muchas entidades pusieron limites a los cambios, que rondaron las 100.000 pesetas (600 euros). En Barcelona, la sucursal del Banco de España tuvo que cerrar a la una de la tarde, una hora antes de lo previsto, a causa de las colas, informa Ariadna Trillas. 'Si tienen interés en comer, sepan que mañana va a haber euros, y al otro y al otro', recordó Lluis Bergès, director de la sucursal, al grupo que se agolpaba en la puerta. Una churrería y una pastelería de Barcelona se negaron a aceptar euros e inspectores de la Generalitat tuvieron que ir a poner orden.
Bancos aparte, los problemas del primer día se debieron a las confusiones con los precios y la adaptación de las máquinas de venta de billetes en el transporte público. Muchos ciudadanos tuvieron que hacer cola para conseguir sus billetes en el metro de Madrid y las estaciones de Renfe.
Más de 1.675 millones de billetes por un valor de 60.000 millones de euros y 6.500 millones de monedas que equivalen a 1.600 millones de euros se empezaron a poner en circulación ayer en España, el mayor cambio monetario de la historia para este país y para también para el conjunto de los 12 socios de la zona euro.
Pero, salvo algunas irregularidades, no se registraron escenas de pánico. En realidad, el euro estuvo ausente en la mayor parte de las compras. El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, recomendó a los ciudadanos que se pasen al euro 'lo antes posible'. Rato sacó euros de un cajero en Viella (Lleida). Nieves Ayuso, encargada de una cafetería en Madrid, explicaba que la mayoría de los clientes pagaron en pesetas. 'Si pagan en pesetas, devolvemos el cambio en pesetas; si lo hacen en euros, en euros', dijo. 'En todo el día no me han pagado una sola carrera en euros', añadía Doroteo Cuenca, propietario de un taxi, por la tarde. 'La gente se muestra reacia a dejar la peseta', indicaba. La tranquilidad relativa puede romperse hoy, primer día laborable de 2002 que coincide, además, con el inicio de las rebajas en Madrid, Aragón, Extremadura y Castilla-La Mancha.
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