La sanidad pública

Don Jaime de Marichalar, duque de Lugo e hijo político de su majestad el Rey, lamentablemente ha sufrido, en estos días, un grave incidente de salud, un infarto cerebral, al parecer isquémico. Como cualquier otro ciudadano español, fue trasladado a un prestigioso hospital público de la capital, en este caso al Gregorio Marañón. También, como cualquier otro ciudadano, ha sido tratado con todos los medios humanos y materiales necesarios para el caso. Por fortuna, parece que el enfermo que, por su pertenencia a la familia real, ha producido la natural preocupación en una buena parte de la población española, se recupera y su vida no está ya en peligro, salvo las imprevisibles preocupaciones.

Quien escribe estas líneas lleva, como tantos otros, casi cuatro décadas trabajando en exclusiva para la Sanidad pública de este país y ha cooperado modestamente para que sea lo eficaz y eficiente que es hoy en día. Por otra parte, como miembro fundador de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, llevo más deveinte años defendiendo a dicha Sanidad pública de los sucesivos embates, más o menos enmascarados, de las tendencias privatizadoras. No cabe duda que comprobar que, incluso los miembros de la familia real utilizan esta red sanitaria pública, supone un gran estímulo para seguir trabajando en la misma y seguirla defendiendo de las ideas neoliberales tan de actualidad. Sólo resta desear, como ciudadano y, si cabe, aún más como profesional sanitario, una pronta y completa recuperación del ilustre enfermo.