Ahora, definir el rumbo

Los anuncios del presidente Adolfo Rodríguez Saá han echado alguna luz sobre los aspectos más apremiantes de la coyuntura económica y social, pero no se conoce todavía hacia dónde se encaminará la Argentina en su búsqueda de soluciones para el mediano y el largo plazo.

La dirigencia política tiene por delante, pues, una delicada y urgente misión: elaborar el plan estratégico de largo aliento que permitirá reconstruir la economía nacional sobre bases sanas y estables. Es necesario determinar (...) por qué caminos avanzaremos hacia la gran meta que los habitantes de este suelo acariciamos: la edificación de un país institucionalmente previsible y económicamente sustentable. (...)

Para eso es indispensable que el Congreso se abra a un debate generoso, exhaustivo y realista, en el que la austera voluntad de servir al interés nacional prevalezca por encima de cualquier sectarismo y de cualquier ambición impregnada de innecesarios falsos mesianismos personalistas. (...) Será fundamental que el actual presidente de la República y el Congreso de la nación sepan interpretar los reclamos de la ciudadanía independiente. (...) No debe desatenderse, por ejemplo, la muy clara señal que ese sector envió cuando en las elecciones del 14 de octubre optó masivamente por el voto en blanco, por el voto anulado o lisa y llanamente por la abstención. El clamor de esos electores (...) no admite interpretaciones equívocas: lo que se exige es la eliminación de los focos de corrupción y los vicios que han convertido la actividad política en una dolorosa y pesada carga para la nación.

Buenos Aires, 26 de diciembre