Hospitales lejanos
Los grandes centros de referencia se concentran en unas áreas de la capital mientras otras zonas carecen de ellos
El mapa hospitalario de la capital tiene claroscuros: falla en algunos distritos, cuyos residentes llevan años pidiendo nuevas instalaciones, y exhibe una concentración envidiable en otros. 'Los hospitales Gregorio Marañón, Niño Jesús y Princesa están concentrados en una misma área; el Clínico y la Fundación Jiménez Díaz, también están juntos y lo mismo podemos decir de La Paz y el Ramón y Cajal', destaca Mariano Sánchez Bayle, presidente de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública.
Las desigualdades entre los empadronados en Madrid son hirientes, a su juicio. 'Los distritos periféricos están muy alejados de los hospitales de referencia y los nuevos recursos se sitúan de forma irracional', denuncia Bayle. Y pone ejemplos: 'Me refiero a que se está construyendo la Maternidad de O'Donnell en una zona donde ya están los hospitales del Niño Jesús, La Princesa, Santa Cristina y el Gregorio Marañón, mientras que los distritos del sur de la capital carecen de recursos en esta materia y dependen del Doce de Octubre, que está saturado'. Esa desproporción es la culpable de que el número de camas en el sur de Madrid esté 'muy por debajo de la media regional de 2, 6 camas de hospital por cada 1.000 habitantes', en opinión de los defensores de la sanidad pública.
'Hay centros de salud modernos y bien dotados y otros en estado lamentable'
Los vecinos de la zona sur de Madrid son los que más carencias sanitarias soportan
'El número de camas es el adecuado', afirma el director provincial del Insalud
Esto se torna en alarmante si el paciente se percata, como afirma el concejal de IU en el Ayuntamiento de la capital, Gerardo del Val, de que el promedio de camas en los hospitales de la Comunidad está muy lejos de las ocho camas por mil habitantes que marca la Unión Europea. Del Val cree que la voluntad de los responsables sanitarios no está a la altura del clamor popular. 'Los vecinos de la zona este pidieron la construcción del hospital de Valdebernardo, que habría dado cobertura a distritos como Retiro, Moratalaz y Villa de Vallecas, pero fue inútil', lamenta el representante de IU. También hay voces anónimas que solicitan, por ejemplo, que el hospital militar de Gómez Ulla atienda a la población civil, 'porque eso paliaría la dotación sanitaria bajísima de distritos como Carabanchel y Latina'.
Otros habitantes de Madrid no terminan de asumir que su salud corre peligro en caso de emergencia debido a la lejanía del hospital que les han asignado. 'Ciudad Lineal, San Blas, Barajas y Hortaleza, incluidos en el área sanitaria número 4, ni siquiera pueden disponer de un hospital público en la zona y los residentes tienen que desplazarse al Ramón y Cajal', detalla Del Val. La situación es chocante porque, en realidad, hay dos centros hospitalarios en esa zona, pero son militares: la Policlínica Naval y el hospital del Aire. Este cúmulo de argumentos dan pie al concejal de IU para sentenciar que 'hay pocas camas de hospital' en Madrid.
La concejal del PSOE, Teresa Hernández cree, como Gerardo Del Val, que el uso civil de los hospitales militares sería fundamental en la mejora de la atención hospitalaria en la capital. 'Podría usarse la red militar de hospitales para ampliar las plazas', sugiere la edil socialista, 'pues hay que tener en cuenta que, sobre todo en cirugía, la Comunidad de Madrid atiende a enfermos procedentes de otras regiones', remarca.
El director provincial del Insalud, Albino Navarro, arguye motivos históricos para justificar que los vecinos de unos distritos de la capital tengan camas hospitalarias de sobra y otros sueñen con ampliaciones. 'Hay hospitales que están muy juntos, pero es que están ahí desde hace mucho tiempo, de cuando Madrid no había crecido tanto', alega. Aporta pruebas de veteranía: 'El hospital del Niño Jesús es centenario y el de Santa Cristina ha cumplido 75 años'. Así y todo, Navarro subraya que los responsables de la sanidad pública han hecho 'un esfuerzo por colocar los hospitales donde está creciendo la población'. Y ofrece datos para avalar su tesis: 'Con la construcción del hospital universitario de Alcorcón quedó rebajada la presión que sufría el Clínico, y al abrir el de Fuenlabrada (en construcción) y ampliar el de Leganés vamos a aliviar bastante al Doce de Octubre'. El director provincial del Insalud no sólo no se agobia con las supuestas carencias, sino que considera que existen proyectos halagüeños: 'El hospital Puerta de Hierro de Majadahonda estará construido el año próximo, lo que descomprimirá a los hospitales que en la actualidad atienden a los residentes en los distritos y municipios del entorno de la autovía de A Coruña', calcula. Y lleva la contraria a la oposición y los defensores de la sanidad pública: 'El número de camas es el adecuado para Madrid capital, porque hablamos de camas de pacientes agudos, es decir, que no se contabilizan las camas de hospitales privados ni las de enfermos crónicos ni las psiquiátricas, mientras que en Europa sí se incluyen en las estadísticas'.
La comparación de los distritos resulta más igualada en cuestión de centros de atención primaria, porque el reparto, sin ser equitativo, es más proporcionado que el hospitalario. El responsable del Insalud en la región lo atribuye a una mera distribución porcentual: 'Construimos un centro de salud por cada 25.000 habitantes', manifiesta, si bien no faltan las excepciones. 'Hay centros que atienden a 20.000 vecinos y otros que dan servicio a 40.000', confiesa. Puesto a reconocer puntos flacos, Albino Navarro menciona al distrito Centro como uno de los peor parados en cuestiones ambulatorias. 'Hacen falta más centros de salud, pero también es cierto que todo está edificado y no hay sitio para construir más', se defiende. 'En cuanto el Ayuntamiento encuentra terreno, nosotros damos prioridad a la inversión y la construcción en esa zona', argumenta. Acto seguido, admite que en la almendra central de Madrid es mucho más difícil liberar suelo que 'en los nuevos barrios, como Sanchinarro, Las Tablas o Vallecas, donde ceden el terreno enseguida'. Pese a las dificultades, Navarro asegura que el 87% de la ciudadanía tenía un centro de salud cercano el año pasado y que aspiran a llegar al 90% de cobertura en el ejercicio que está a punto de concluir. El director provincial del Insalud cita, de memoria, los recintos de atención primaria que están en construcción en la capital: 'En el barrio del Pilar, en la calle de Aquitania, en la de los Alpes, en las calles de Elda, Silvano, Aniceto Marinas, Regueros, Vicente Rozas, Illescas, el Paseo Imperial, en Aravaca, Mirasierra, Pavones, Puerta del Ángel, en San Fermín oeste, en San Blas y Vallecas'. Para ahorrarse malos entendidos, Navarro recuerda que un centro de salud es 'el que concentra consultas de pediatría, médicos de cabecera y asistentes sociales, que trabajan en equipo con una estructura administrativa que les da apoyo a todos'.
La concejal del PSOE Teresa Hernández no está tan satisfecha con el manto sanitario de atención primaria en la capital. 'Podrían crear más instalaciones de estas características en municipios como Pozuelo o Las Rozas, para que el centro de especialidades de Moncloa aliviase su saturación', aconseja. La recomendación, de momento, no ha surtido efecto, al igual que las peticiones de los residentes en el distrito de Chamartín. 'Están cansados de pedir un centro de especialidades y nadie les hace caso', insiste.
Al presidente de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública le preocupa más el estado desastroso de algunos centros de salud. 'Podemos encontrar centros modernos y bien dotados, con hasta 40 empleados, y otros en estado lamentable, con siete trabajadores. En O'Donnell, por ejemplo, hay un centro modélico y, sin embargo, el de Tribulete, en Lavapiés, es un desastre', señala Sánchez Bayle.
De lo que no se pueden quejar los vecinos del distrito de Centro es de la abundancia de farmacias. 'Es un barrio muy antiguo y las farmacias han quedado muy juntas porque se instalaron al menos hace 50 años', aclara el vocal de oficinas de farmacia del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, Luis González. El resto de distritos tampoco puede protestar, según González, porque, 'antes de colocar cualquier servicio, lo primero que se pone en un barrio nuevo es una farmacia'. Ilustra su afirmación con un ejemplo: 'La zona en expansión de Fuencarral tiene farmacias y, sin embargo, carece de otros muchos servicios'.
La abundancia de farmacias es de tal calibre que González se jacta de que 'cualquier ciudadano de Madrid tiene a menos de cinco minutos de su casa una oficina de farmacia'. Y la satisfacción de los madrileños será aún mayor -dice el vocal del Colegio de Farmacéuticos- a raíz de la regulación establecida por el Gobierno regional del permiso para que las farmacias abran 12 ó 24 horas, durante todos los días del año.
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