Avances hacia la Europa financiera
La próxima puesta en circulación del euro es la culminación del proyecto de la unión económica y monetaria. Sin embargo, el grado de integración económica y financiera que permite la utilización de la misma divisa en los 12 países del área seguirá siendo muy reducido si no se avanza en la construcción de un marco regulatorio y legislativo que desate el potencial de reducción de costes de transacción asociados al hecho de compartir una misma moneda.
La integración financiera es clave en este proceso. Las autoridades europeas decidieron en 1999 aprobar el denominado Plan de Acción de Servicios Financieros que contiene un conjunto de propuestas orientadas a lograr una mayor integración financiera en 2005. Al finalizar 2001 y, con él, la Presidencia belga, se habrán aprobado 25 de las 42 medidas propuestas en el plan, elevando al 59% su grado de ejecución. A pesar de este relativamente alto porcentaje, no existe mucho margen para el optimismo. Una propuesta regulatoria tan importante como la Directiva de OPAS ha sido rechazada por el Parlamento Europeo tras 12 años de trabajos y negociaciones. La pasada semana, Austria y Luxemburgo volvían a poner objeciones a la aplicación automática de la directiva sobre la fiscalidad del ahorro, que supondría a medio plazo la desaparición del secreto bancario en estos países. Además de las reticencias nacionales a ceder competencias en algunos temas, el periodo que ha de transcurrir desde que se aprueba la normativa hasta que se adapta a la legislación de cada país retrasa el impacto positivo sobre el sistema financiero europeo de un marco regulatorio más homogéneo.
A pesar de los avances que se han producido, queda mucho por hacer en lo referente a la integración financiera europea
Durante la Presidencia española de la UE en el primer semestre de 2002 deberán aprobarse algunas propuestas financieras de gran trascendencia. Entre ellas, las Directivas sobre abuso de mercado, sobre folletos de emisión y sobre la introducción de las normas contables internacionales. La directiva sobre abuso de mercado pretende limitar el uso de información privilegiada y la manipulación de la misma estableciendo un marco de disciplina común para el conjunto de las bolsas y mercados de valores. La directiva sobre folletos de emisión facilitará la obtención de financiación a las empresas europeas al permitírseles utilizar el mismo folleto en los 15 países de la UE. Por último, pero no menos importante, la directiva sobre normas contables internacionales obligará a todas las empresas cotizadas a elaborar sus estados financieros con un nuevo sistema contable a partir de 2005, permitiendo una mayor homogeneización y comparabilidad entre las cuentas de resultados y los balances de las compañías europeas.
Carmen Hernansanz es economista jefe de Banca, Sistema Financiero y Nueva Economía del Servicio de Estudios del BBVA.
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