Montoro deja fuera del pacto sanitario a dos autonomías socialistas
Los socialistas atribuyen a una 'represalia política' el trato recibido por Asturias y Aragón
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cerró ayer un acuerdo sobre el traspaso de la sanidad con tres de las cinco autonomías gobernadas por el PSOE y marginó a otras dos. Montoro se plegó a las reclamaciones financieras de Extremadura, Castilla-La Mancha y Baleares, pero, sin embargo, no cedió a las exigencias de Asturias y Aragón. Los socialistas Jordi Sevilla y Consuelo Rumí denunciaron la 'actitud discriminatoria' de Montoro hacia Asturias y Aragón, que atribuyeron a una 'represalia' y una 'maniobra' para 'dividir a las comunidades socialistas'.
A sólo tres días hábiles para que el Consejo de Ministros del 27 de diciembre apruebe los decretos de traspaso de las competencias sanitarias a las comunidades autónomas que lleguen a un acuerdo con el Gobierno, Montoro dio un tirón al proceso de negociación que mantiene con diez de ellas. Pero fue un tirón sorprendente, porque dividió a las cinco comunidades socialistas pendientes de dicho traspaso, que forzosamente deberán recibir el 1 de enero si no quieren quedar fuera del nuevo sistema de financiación. Montoro satisfizo a tres y marginó a dos.
Mientras cerraba un acuerdo con Extremadura, Castilla-La Mancha y Baleares, cediendo a sus pretensiones, el secretario de Política Fiscal, Antonio Beteta, anunciaba telefónicamente al consejero de Hacienda de la Diputación General de Aragón, Alfredo Bandrés, que 'no le daba un duro más'. 'Ni te molestes en venir a Madrid', dijo Beteta a Bandrés, tras admitir que 'recibía órdenes'.
El mismo mensaje recibió el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, a través de su consejero de Hacienda, aunque, en este caso, ya estaba concertada desde el miércoles una entrevista para hoy con Montoro.
En el caso de Aragón, Montoro no estaba dispuesto a moverse de los 154.977 millones que ofreció en la reunión de la ponencia técnica, la pasada semana, mientras que el consejero aragonés de Hacienda reclamaba un mínimo de 162.500 millones para cerrar el acuerdo.
En el caso de Asturias, tampoco el ministro estaba dispuesto a aumentar los 144.000 millones que ofreció en la ponencia técnica, frente a los 160.000 millones reclamados por el consejero de Hacienda asturiano. Las comisiones mixtas para acordar o rechazar el traspaso de la sanidad se celebran el día 26.
La rigidez negociadora de Montoro frente a Asturias y Aragón se trocó en generosidad con Castilla-La Mancha y Extremadura, según declararon el vicepresidente castellano-manchego, José María Barreda, y el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Barreda dijo ayer por la tarde que 'Castilla-La Mancha había logrado todos sus objetivos', que se traducían en una reclamación de 224.000 millones, 10.000 millones por encima de la oferta de Montoro en la ponencia de la pasada semana.
De su lado, Rodríguez Ibarra celebraba haber logrado 'superar con creces' la reclamación de más de 5.000 millones sobre la oferta de Montoro en la ponencia técnica. Ha obtenido 151.815 millones frente a los 138.000 millones que inicialmente le ofreció el ministro. 'Extremadura llega a la plenitud de su autonomía', dijo un eufórico Rodriguez Ibarra, informa Jeremías Clemente.
Baleares completaba la lista de comunidades socialistas satisfechas al lograr los 10.000 millones de más que reclamaba sobre la oferta inicial de Montoro.
Asimismo, Montoro cerraba acuerdos con las cinco autonomías del PP: Madrid, Castilla y León, Murcia, La Rioja y Cantabria. Con estas dos últimas, las más problemáticas para ajustar las cifras, se acordó un convenio de futuras inversiones.
Ante este tratamiento tan diferente a las comunidades, ocho frente a dos, los representantes de la Ejecutiva Federal del PSOE, Jordi Sevilla y Concuelo Rumí, denunciaron 'la actitud discriminatoria y de represalia política' hacia Asturias y Aragón mantenida por Montoro, a quien e llegaron a calificar como 'el peor ministro de Hacienda que ha tenido este país'.
Sevilla achacó a los intereses electorales del ministro de Fomento, el gijonés Francisco Álvarez Cascos, el 'trato discriminatorio' a Asturias. Y atribuyó el maltrato a Aragón a 'una represalia para sacarse la espinita del rechazo del Gobierno aragonés al Plan Hidrológico Nacional' . Tanto Sevilla como Rumí incidieron, como denuncia política general, en que ésta es una 'maniobra' del Gobierno para presentar a las comunidades socialistas desunidas.
Por su parte, el secretario de Política Fiscal, Antonio Beteta, replicó que Asturias y Aragón 'han recibido el mismo trato que las demás'.
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