El Gobierno corta la comunicación con el PSOE sobre el viaje de Zapatero a Rabat

José María Aznar no llamará a José Luis Rodríguez Zapatero ni Josep Piqué se pondrá en contacto con Trinidad Jiménez. La comunicación entre el Gobierno y el PSOE quedó ayer rota tanto al nivel de los líderes como en el segundo escalón de los responsables de política exterior del Ejecutivo y del primer partido de la oposición, sin que, según fuentes gubernamentales, sea previsible que vaya a renudarse a corto plazo. Jiménez manifestó que tanto ella como Zapatero atenderán 'cuando se produzca, hoy o dentro de cuatro meses', cualquier llamada del Gabinete.

La tensión registrada el miércoles, cuando Zapatero pidió ver a Aznar, éste le remitió a Piqué y el líder socialista le indicó que hablara con Jiménez, tras negarse a una entrevista personal con el ministro, condujo ayer a un punto muerto que priva al secretario del PSOE de la posibilidad de informar al Gobierno sobre su viaje a Marruecos.

Fuentes de La Moncloa descartaron ayer que el presidente Aznar vaya a llamar al líder de la oposición. El propio Piqué declaró, tras hablar el miércoles por la noche con Zapatero, que la entrevista al máximo nivel le parecía 'innecesaria'. El ministro afirma que el líder socialista le confirmó, en una conversación telefónica 'larga', según fuentes diplomáticas, que 'no es portador de ningún tipo de mensaje' del rey Mohamed VI, con el que Zapatero habló en parte a solas.

En cambio, fuentes del PSOE indican que la charla de su líder con el ministro fue corta y explican que Zapatero le insistió a Piqué en que su objetivo era convencer de la posibilidad de mejorar las relaciones con Marruecos y transmitir que las autoridades de Rabat parecen bien dispuestas. Aznar, añadió, es el único interlocutor válido para esa tarea. El ministro manifestó que el líder socialista sólo quería transmitir 'impresiones que ya son conocidas porque Zapatero ha dado múltiples entrevistas'.

La conversación se volvió tensa cuando Piqué le espetó a Zapatero: 'No pretenderás ver al presidente después de lo que has hecho', y el líder socialista le respondió que no iba a seguir tolerando ese tono.

El secretario general del PSOE insistió ayer en que Aznar debe apartarse de 'la política pequeña de pelea y de partido' para hacer 'política de Estado'. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, declaró que Zapatero 'no sólo ha roto consensos en política exterior' sino que 'ha sido instrumentalizado' y reiteró que el interlocutor del líder socialista es el ministro de Exteriores, no el presidente.

Fuentes diplomáticas excluyeron que Piqué vaya a llamar a Jiménez, como le sugirió Zapatero. En Exteriores cayó mal que ésta cancelara a última hora una conversación sobre Gibraltar programada para ayer con el secretario de Estado para Europa, Ramón de Miguel. La responsable socialista afirma que la cancelación se debió a motivos de procedimiento y no tuvo que ver con la tensión sobre el viaje a Marruecos.