Los socialistas de Portugal quedan sin líder tras la dimisión de Guterres

El líder socialista portugués, António Guterres, anunció ayer a la cúpula de su partido en Lisboa su renuncia al cargo de secretario general y a la candidatura como primer ministro a las próximas elecciones generales. La dirección del PS inició ayer la sucesión de Guterres entre una nueva generación de jóvenes socialistas, una vez que se han autodescartado para el cargo sus hombres de confianza en los últimos 10 años, el comisario europeo António Vitorino y el ex ministro Jorge Coelho.

La decisión de Guterres, tomada a raíz del fracaso socialista en las municipales del pasado domingo, parece absolutamente irreversible. El líder socialista, que proporcionó al PS 10 años consecutivos de victorias electorales, comunicó en la tarde de ayer a la dirección del partido una decisión que algunos dirigentes consideran 'precipitada'.

De hecho, Narciso Miranda, uno de los cabecillas socialistas en Oporto, se mostró contrario a la salida de Guterres y explicó que el primer ministro 'tiene la obligación de continuar al frente del partido y prepararse para combatir a nuestros adversarios'. A su juicio, Guterres debe mantenerse al frente de los socialistas 'siempre que esa decisión no vaya en contra de su propia conciencia ni de su voluntad personal; nadie tiene derecho a forzar la actitud de las personas, pero creo que él tiene esa obligación'.

A pesar de que algunos dirigentes coincidan en ese análisis, la decisión de Guterres parece irrevocable y, a juicio de sus más allegados, nada le hará cambiar de opinión. Aceptando los errores que ha cometido, Guterres está cansado de la presión sin tregua de la oposición, de las críticas internas de su propio partido y de la voracidad de los medios de comunicación. Hastiado, soberbio y humillado por la derrota, ha decidido poner fin a su ciclo político con las atenuantes de abandonar el Gobierno con una mayoría prácticamente absoluta en el Parlamento (a falta de un diputado) y sin haber sido derrotado en unas elecciones generales.

Ante ese panorama, la dirección socialista inició ayer la sucesión de su carismático líder entre una nueva generación de jóvenes socialistas que ha crecido a la sombra de Guterres, una vez que sus hombres de confianza en los últimos 10 años han expresado públicamente su deseo de no disputar esa carrera. Se trata del comisario europeo António Vitorino y el ex ministro y coordinador de las campañas del PS, Jorge Coelho.

Entre los futuros candidatos cabe destacar al ministro de Medio Ambiente, José Sócrates, de 43 años, defensor del giro a la izquierda del PS; el ministro de Justicia, António Costa, de 40, un ambicioso sampaísta que luego se trasladaría a las filas del guterrismo, y el adjunto al primer ministro, António José Seguro, de 41, el delfín que preparaba el propio Guterres.

Asimismo, el partido podría optar por una opción más conservadora y transitoria como el ministro de Exteriores, Jaime Gama, de 53 años, uno de los fundadores del PS y político respetado, o el ministro de Obras Públicas y Equipamientos, Ferro Rodrigues, de 52, uno de los más populares.