'No se aceptan cheques en pesetas'
Los talones emitidos en divisa nacional a partir del 1 de enero próximo no podrán ser cobrados en las entidades financieras
La puesta en circulación del euro se traducirá en cambios sustanciales en la relación del ciudadano con el banco, que, en ocasiones, pueden tener consecuencias más graves que el mero susto inicial de ver cómo los ahorros de siete cifras se convierten en saldos de apenas cinco números. Los cheques emitidos en pesetas (o cualquiera de las otras divisas que van a desaparecer) con fecha posterior al 1 de enero serán papel mojado. Desde ese día, sólo se podrán emitir talones en euros y las entidades no aceptarán los denominados en moneda antigua. En caso contrario, el cliente corre el riesgo de perder su dinero al toparse con un 'no se aceptan cheques en pesetas'.
La excepción será para los cheques firmados en pesetas hasta el 31 de diciembre. En este caso, sí se podrán cobrar, siempre en la nueva moneda, con la única limitación de la fecha de vencimiento.
Cualquier papel que entre o salga de un banco o caja de ahorros será en euros desde el primer día de 2002. En realidad, los ciudadanos reciben los extractos bancarios en euros desde el 15 de septiembre pasado, en los que un nómina de 150.000 pesetas se transforma en 901,52 euros. Por tener una tarjeta de débito en la cartera habrá que pagar entre tres y seis euros al año. Si es de crédito, el mantenimiento anual será de unos 18 euros. En ambos casos no habrá que cambiar las tarjetas, porque ya permiten hacer pagos con moneda extranjeras. El titular de una hipoteca a 20 años tendrá que hacer frente cada mes al pago de 38,83 euros por cada millón que le ha prestado la entidad de crédito, una cifra media que puede variar.
'Nadie va a hacerse más rico o más pobre como consecuencia del paso definitivo al euro', sentencian en la Comisión Europea. En el paso de pesetas a euros se han aplicado las reglas del redondeo al pie de la letra. Según estas normas, si el tercer decimal es igual a superior a cinco, se redondea al alza; si es inferior a cinco, a la baja. Esta norma es de obligatorio complimiento para los bancos. Cuando un cliente detecte errores, puede reclamar en el servicio de atención al cliente de su entidad. Si hay demoras en la respuesta puede dirigirse directamente al Banco de España.
Las obligaciones fiscales tampoco escapan del euro. Todas las declaraciones deberán hacerse en la nueva moneda a partir de enero, aunque correspondan a ingresos obtenidos en pesetas en el año anterior. Igual pasa con fondos de inversión, de pensiones y acciones, que sólo vendrán en euros. El coste de esta transformación para los bancos alcanza los 600 millones de euros. Las entidades aseguran que no trasladarán al cliente esta factura.
Escasez en los comercios
Por otra parte, el mea culpa del Banco de España ante las quejas de los comercios por el retraso en la predistribución de euros a partir del pasado 1 de diciembre llegó ayer, por boca del director general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago de la entidad, Javier Aríztegui. Una 'pequeña disfunción logística', explicó Aríztegui en una jornada sobre el euro organizada en Barcelona por la Confederación Española de Comercio, motivó que el reparto se efectuara 'seis o siete días después de lo previsto'.
Pero hoy ya se ha firmado la pipa de la paz con los comerciantes: a todos les han llegado billetes y monedas de euros, según confirmó el presidente de la Comisión Euro de EuroCommerce, Lluís Sans.
A las quejas de muchos ciudadanos por el 'racionamiento' de euros al que están procediendo las entidades financieras, que en muchos casos sólo facilitan euromonederos a sus clientes, Aríztegui respondió que los 24 millones de unidades (con 43 monedas cada uno) de que disponen bancos y cajas 'son suficientes para todos los españoles'.
El Banco de España respondió también a la preocupación de los comerciantes de que los cajeros automáticos den billetes de 10 euros para evitar los problemas que puedan surgir con el cambio. Aríztegui dijo que el Banco de España no puede 'dar órdenes' en este sentido, pero aseguró que las previsiones son que unos 30.000 cajeros automáticos dispensarán billetes de 10 euros y 40.000 también dispondrán de los de 20.
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