Mediocre estudiante posdoctoral
Soy un mediocre estudiante posdoctoral que ha perdido la esperanza de poder comparar su mediocridad en alguna de las 9.000 plazas casualmente convocadas en los últimos meses.
La he perdido por dos sencillas razones: la primera, porque mi campo de trabajo (Bioinformática) es demasiado puntero, novedoso y con futuro, para que alguna de las 9.000 plazas tenga este perfil.
Y la segunda, porque, de existir alguna, no creo que me enterase a tiempo de mandar mi currículo para poder compararlo con el del ganador, que también por casualidad sería el candidato local.
Como ven, no pido una oportunidad de poder devolver a la sociedad años de estudio, trabajo y dinero, porque la condición de mediocre te impide reconocer a los que no lo son, y si llegase a ser rector acabaría rodeado.
Y sinceramente, la Universidad de este país, paradigma de transparencia y calidad, no se merecería esto.
Yo tan sólo quería satisfacer mi curiosidad de lo lejos que estoy de leyes que son un despropósito, ministras incompetentes, políticos que se apuntan a la foto y de estudiantes sumisos al poder.
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