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CUMBRE DE LA UE

Un grupo de violentos causa disturbios sin lograr empañar las protestas antiglobalización

Una vez más, un reducido grupo de violentos empañó la gran protesta contra la globalización. Mientras entre 12.000 y 30.000 personas, según fuentes policiales o de los manifestantes, protestaban de forma pacífica en las calles de Bruselas coincidiendo con la cumbre de la Unión Europea en Laeken, varias decenas de jóvenes encapuchados rompieron los cristales de cuatro entidades bancarias y dos comisarías y destrozaron varios coches.

Las fuerzas del orden actuaron con discreción, pero eso no impidió que al final tuvieran que dispersar a los manifestantes con ráfagas de agua a presión. Los incidentes no consiguieron, sin embargo, desviar la atención hacia la calle como sucedió durante la reunión del G-8 el pasado julio en Génova.

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La movilización antiglobalización transcurrió con total normalidad durante una hora bajo un frío intenso. Entre los manifestantes se encontraba un grupo de unos 200 anarquistas, vestidos de negro y con las caras cubiertas con bufandas. Los problemas empezaron cuando unos 20 integrantes de este reducido grupo decidieron lanzar piedras, sin motivo aparente, contra una sucursal de Fortis Bank que encontraron a su paso.

La oficina bancaria quedó completamente destrozada. La escena volvió a repetirse unos metros más adelante contra una unidad móvil de la televisión flamenca VTM, que sufrió daños importantes, y pintaron con aerosoles otra de la cadena francófona RTBF.

No se pararon ahí. Los jóvenes violentos apedrearon otra sucursal del banco BBL, de Dexia y una segunda de Fortis Bank. Los presuntos anarquistas también lanzaron piedras contra dos comisarías de la policía belga y destrozaron cuatro vehículos Mercedes. 'Sois unos gamberros', gritó un vecino. 'Hacéis esto mientras vuestros padres os pagan los estudios', les increpó otro. Los organizadores de la movilización dejaron claro que este grupo de violentos 'no tenía nada que ver con la reivindicación de la movilización antiglobalización'.

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La policía se mantuvo al margen hasta el final. Pero una vez terminada la manifestación, ese mismo grupo empezó a lanzar piedras y otro tipo de objetos contra los agentes. Los antidisturbios cambiaron de estrategia y respondieron a los violentos con ráfagas de agua a presión para dispersarlos.

Estos incidentes nublaron el objetivo de la manifestación pacífica convocada por la Federación de ONG y la Acción por una Tasa Tobin de Ayuda a los Ciudadanos (Attac) bajo el lema 'Otra Europa para otro mundo'. El día anterior, los sindicatos habían logrado movilizar de forma ejemplar a 80.000 personas. Para hoy está prevista otra manifestación por la paz. Los organizadores esperan congregar a unas 15.000 personas.

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