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Reportaje:

Reciclaje a domicilio

El Ayuntamiento de Córdoba regala 115.000 cubos para la recogida selectiva de basuras

A la esquina del barrio cordobés de la Fuensanta llegó un camión y descargó 144 cubos de basura, todos nuevos y relucientes. En pocos minutos los repartidores comenzaron a volar calle arriba y calle abajo, tocando en todas las puertas, haciendo entrega de los cubos a los vecinos e informándoles de las infinitas virtudes de la recogida selectiva de basuras. Este despliegue, que se prolongará hasta mayo, lo organizó la Empresa Municipal de Saneamientos de Córdoba, Sadeco, que planea distribuir 115.000 cubos de forma gratuita, en una campaña destinada a facilitar a los ciudadanos el cumplimiento de sus deberes ambientales.

No se trata de cubos corrientes. Para empezar, fueron diseñados siguiendo las sugerencias de los propios vecinos. Una encuesta a la que respondieron 3.000 cordobeses determinó el tamaño más correcto y el diseño más práctico. Pero hubo un problema: la mitad de los entrevistados lo prefería con tapa y pedal, para ponerlo en un rincón de la cocina, y la otra mitad lo quería abierto, para meterlo bajo el fregadero. 'Así que se decidió fabricar uno convertible', señaló Ángel Gómez Puerto, vicepresidente del Consejo de Administración de Sadeco. El usuario ve lo que le más conviene y adapta el contenedor a sus necesidades en dos segundos.

El cubo ecológico, hecho de plástico reciclado, de color verde y con una capacidad de 25 litros, tiene dos compartimentos. El mayor, con la tapa amarilla, para los materiales inertes: botellas y envases de plástico, latas, briks y desechos como platos rotos o ropa vieja. El otro lleva una tapa gris y sirve para los desperdicios orgánicos. Eso incluye los restos de comida (incluyendo las cáscaras de huevo), los de las plantas, pañales y compresas... todo lo que se pudre.

¿Y cómo lo reciben los ciudadanos? 'La gente lo agradece mucho', señaló Conchi Sánchez, una de las repartidoras. 'Algunos te hacen pasar hasta la cocina para que compruebes que ellos ya separan la basura hace tiempo y otros te preguntan si seguro que es gratis. A mí me ha dicho hoy una abuela: 'pues si no vale nada, por lo menos te doy dos besos'.

Los repartidores, que vienen de la Universidad y de las asociaciones de vecinos, lo explican todo, abren los cubos, dan los folletos aclaratorios y las bolsas de colores para cada compartimento. Y tan contentos.

Fuensanta Villena, la licenciada en Ciencias Ambientales que organiza los grupos de reparto, hace números. 'Ayer repartimos 680 en total y sólo hubo una persona que no lo quiso. Pero en seguida se arrepintió y bajó a la calle a buscarlo. La mayoría nos ve y dice: 'qué bien, por fin me lo traen'.

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En un rato la esquina se quedó vacía; sólo quedaron dos cubos huérfanos. Conchi Bustos, un ama de casa, y Antonio Eslava, un opositor, se acercaron a adoptar el que les toca. 'Viene muy bien', sentenciaron.

Una empleada de Sadeco explicaba ayer a una vecina de Córdoba el uso de los cubos regalados.
Una empleada de Sadeco explicaba ayer a una vecina de Córdoba el uso de los cubos regalados.FRANCIS VARGAS

Adelantados y orgullosos

El Plan Director de Residuos Urbanos de Andalucía, que se aprobó en 1999, establece, siguiendo directrices marcadas por la Unión Europea, que la recogida selectiva de las basuras debe estar implantada antes del año 2006. Córdoba es pionera: comenzó a hacerlo desde 1994, y es la única capital andaluza que tiene el proceso tan adelantado. La iniciativa de repartir 115.000 cubos de basura ha costado un total de 226 millones de pesetas. El 80% del dinero procede de fondos europeos, y el resto, del Ayuntamiento. Pero el proyecto no se queda sólo ahí. 'Esto del cubo tiene que ser cosa de todos, de la ciudad', aseguró Francisco Valverde, director de los servicios educativos de Sadeco. Pensando en eso, el cubo ha sido fabricado por una empresa local con la colaboración, por cierto, de un grupo de reclusos de la Prisión Provincial de Córdoba, que recibió formación específica para poder realizar este trabajo. Y el plástico reciclado que se ha empleado en la confección de este peculiar contenedor de basuras proviene de los desechos de la propia ciudad. 'Lo más importante es la educación. Los ciudadanos deben ver los beneficios sociales y ambientales del reciclaje: la reducción de la contaminación, el ahorro de energía... Deben tener muy claro que su esfuerzo diario merece la pena', afirmó Valverde.. A su juicio, también deben empezar a sentirse culpables si no separan la basura como corresponde, el vidrio por una lado, el cartón y el papel por otro, la materia orgánica por otro y los inertes por otro. 'Hay que conseguir que sea moralmente reprobable el tirar los desperdicios así como así', advirtió. Sadeco tiene un programa destinado específicamente a formar a los escolares y a concienciarles de la necesidad de reciclar. Sierra Molina, una profesora que trabaja en el servicio educativo de la empresa municipal y que se dedica a organizar actividades para alumnos de educación infantil, primaria y secundaria, cree que los niños 'están muy puestos'. 'Ellos ya saben qué significa el hacer cosas nuevas a partir de cosas viejas. Les contamos historias en las que los contenedores de basura son cofres enormes y hacemos magia. Y la palabra mágica es reciclar', concluyó.

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