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Telecom Italia deja España tras vender el 27% de Auna a los otros accionistas

Ramón Muñoz

Telecom Italia ha consumado su intención de abandonar el mercado español de las telecomunicaciones. El operador italiano venderá el 27% que posee en Auna -consorcio que agrupa a Retevisión, Amena y diversos operadores de cable- al banco Santander Central Hispano, Endesa y Unión Fenosa, los tres principales accionistas de Auna.

A cambio de su participación, la compañía que preside Marco Tronchetti recibirá 2.000 millones de euros (332.000 millones de pesetas) por su participación, tras descontar la penalización que deberá afrontar por salir del capital antes de 2003, que estaba incluida en el pacto fundacional de accionistas.

La operación está liderada por el SCH, que incrementará su porcentaje en la sociedad desde el 11% hasta el 23,46%. Endesa toma un 2% y eleva su participación hasta el 30%, mientras Fenosa compra un 2,8% para controlar el 19,5%. Además, el 9,5% restante de la parte que vende Telecom Italia se aparca en el banco holandés ING y, aunque Endesa y Fenosa tienen sobre el mismo una opción de compra durante un año, este porcentaje irá a parar también probablemente al SCH, según fuentes cercanas a la operación.

Ésta responde, por un lado, a la necesidad imperiosa de Telecom Italia de obtener fondos para reducir su abultada deuda, de 24.500 millones de euros.

Sin embargo, otras fuentes precisan que esta reorganización accionarial no es ajena a la presión del Gobierno para evitar el fracaso del 'segundo operador', un proyecto que apadrinó el Ejecutivo en 1998 con la privatización de Retevisión (dirigida por la actual ministra de Ciencia y Tecnología, Anna Birulés, hasta marzo de 2000), y que vendió como la gran alternativa a Telefónica y la panacea de la liberalización de las telecomunicaciones.

Tres años después de esa liberalización, Telefónica sigue manteniendo el 90% de la cuota de mercado de la telefonía fija, la más grande de toda la UE, a mucha distancia de sus rivales y sin temer por la competencia de ninguno de los grandes operadores europeos, cuya presencia en España es meramente residual.

Por ello, otros analistas interpretan esta operación como un paso intermedio para la entrada de alguno de esos grandes operadores (en particular, France Télécom), de forma muy similar a lo que ocurrió en Airtel, donde el SCH incrementó su participación por encima del 30% para luego vendérsela a Vodafone.

Por último, Telecom Italia queda con las manos libres para llegar a cualquier tipo de alianza con Telefónica, que niega rotundamente esta última.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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