Sólo la mitad de los clientes de Gescartera recuperará todo su dinero

Sólo la mitad de los más de 1.383 inversores de Gescartera que han reclamado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) recuperarán la totalidad del capital invertido en la agencia de valores. Entre este afortunado colectivo se hallan Enrique y Pilar Giménez-Reyna, que han presentado la reclamación en la CNMV por cantidades inferiores a 3,3 millones de pesetas, el tope establecido en la normativa actual para la indemnización por cliente. Al menos 670 inversores, según el recuento de este periódico sobre un listado oficial de la CNMV, han invertido cifras muy superiores.

Entre los reclamantes figuran sociedades del propio grupo Gescartera y personas vinculadas al aparato gestor de la agencia de valores, que dejó un agujero de 15.578 millones de pesetas, según las últimas cuentas oficiales de la CNMV.

A partir de enero podrán pasar por la ventanilla de la Gestora del Fondo General de Garantía de Inversiones, constituido formalmente el pasado 30 de noviembre, los al menos 1.383 clientes estafados por Gescartera para cobrar su indemnización. A tenor de las pérdidas que documentaron en su reclamación ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores, sólo la mitad recuperará todo el dinero invertido, ya que el tope máximo de indemnización está fijado en 20.000 euros (3,3 millones de pesetas) por cliente. Hay más de 680 clientes que están por debajo de tal rasero pero al menos otros 670 afectados invirtieron mucho más, con lo que los 3,3 millones no les permitirá recuperar lo perdido. Más de 50 inversores superan con creces los 40 millones de pesetas confiadas a Gescartera.

Acreditar la titularidad

Fuentes de la Gestora indican que no habrá ninguna clase de automatismo a la hora de pagar los citados 3,3 millones por inversor, sino que habrá que acreditar fehacientemente la titularidad del patrimonio mobiliario perdido en el momento en que la CNMV intervino la agencia de valores de Antonio Camacho.

Entre los reclamantes figura Euroinvestment, una empresa creada por el propio dueño de la sociedad intervenida. De esta empresa hasta ahora sólo se sabía que era una sociedad sin apenas actividad ni capital (una libra esterlina) creada por Camacho en un paraíso fiscal (Jersey) para atraer clientes en busca de opacidad. A la hora de presentar la reclamación, Euroinvestment cifra sus pérdidas en 127 millones de pesetas. La documentación que aporte Euroinvestment y el rastro del dinero pueden tener un interés muy singular tanto para la juez que investiga esta estafa, Teresa Palacios, como para el propio fisco. Una segunda empresa del Grupo, Gescartera Pensiones, reclama 190 millones de pesetas. La paradoja es que una empresa de Camacho reclama el dinero estafado por su matriz. Incluso aunque cada uno de los 1.383 reclamantes obtuviese el máximo indemnizatorio (3,3 millones de pesetas), las ayudas supondrían 4.563 millones de pesetas, muy lejos de los 15.578 millones que ante la CNMV dicen haber perdido los inversores en Gescartera.