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'CASO GESCARTERA'

Camacho se muestra "encantado" y "sorprendido" del trato recibido de la CNMV

El propietario de la agencia de valores declara por cuarta vez ante la juez Teresa Palacios

Antonio Camacho, propietario de Gescartera, se ha mostrado hoy ante la juez Teresa Palacios "encantado y sorprendido" por el trato que recibió su empresa por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Camacho ha expresado ante la juez que instruye el caso su "extrañeza" por el hecho de que el organismo supervisor no detectara el desfase patrimonial de la agencia de valores, del que estaba al tanto toda la plantilla de la empresa, según fuentes jurídicas.

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Dossier:: El 'caso Gescartera'

Camacho, que durante más de cinco horas y media ha contestado a los abogados de la acusación, ha declarado que la CNMV disponía del expediente completo de Gescartera, y que si no advirtió el desfase patrimonial existente en la agencia, que se arrastraba además desde su antecesora Bolsa Consulting, éste era un problema del citado organismo de control. Camacho ha mostrado en diversas ocasiones su complacencia por la escasa capacidad detectora de la CNMV y de la firma auditora Deloitte and Touche, que no fueron capaces de determinar la existencia del agujero.

"Si no lo vieron (el desfase patrimonial) o no lo quisieron ver, fue su problema", ha asegurado Camacho, que hoy contestó a las preguntas de las defensas y las acusaciones, ya que el pasado viernes lo hizo al fiscal y a la juez.

A ello contribuyó la entrega de los certificados falsos emitidos por La Caixa desde la sucursal de Majadahonda por importe de unos 4.000 millones de pesetas, que sirvieron para justificar ante la CNMV que no existía un agujero patrimonial en Gescartera.

Sanciones leves

A Camacho también le extrañó, según ha afirmado hoy, que en junio del 2000 el organismo supervisor cerrara el expediente abierto un año antes a Gescartera con dos faltas graves, cuando él pensaba que le impondrían tres faltas muy graves, por lo que se quedó, de nuevo, "encantado".

A lo largo de su declaración, Camacho ha indicado que en el mundo financiero era de sobra conocida la división interna y las divergencias entre diferentes sectores de la CNMV, unas circunstancias que pudieron beneficiarle. , Según ha declarado, había dos bandos, uno encabezado por el ex presidente Juan Fernández Armesto, y otro por Pilar Valiente, que le sucedió en el cargo.

Según ha relatado, después de que la CNMV suavizara las sanciones y elevara la categoría de Gescartera a agencia de valores, celebró uno de los conocidos almuerzos con la ex presidenta del organismo supervisor Pilar Valiente, cuando estaba recién nombrada y con otros responsables del organismo, Luis Ramallo y Antonio Alonso Ureba, entre otros. Precisamente a este último le telefoneó para agradecerle el trato recibido por Gescartera de la CNMV.

Al igual que hiciera en sus ateriores declaraciones, Camacho ha insistido en que los 15.578 millones de pesetas (93,6 millones de euros) desaparecidos de los clientes de Gescartera se perdieron en "gestiones desafortunadas" y en el pago de altísimos intereses a los "clientes especiales" que financiaban la agencia.

Contradicción

Antonio Camacho ha asegurado que los apoderados Francisco Javier Sierra de la Flor y Jose María Ruiz de la Serna -con quien se "llevaba mal", según ha declarado- eran los que decidían qué se hacía con el dinero que entraba en la agencia, y ha puesto como ejemplo la transferencia de los 1.500 millones de la Mutua de la Policía a Fisconsulting.

Además, ha insistido en que él "iba poco por la agencia" y que todos los empleados, especialmente los comerciales, sabían la situación de necesidad que atravesaba la empresa, por lo que había que captar nuevos clientes.

Sin embargo, y en clara contradicción, ha indicado que el desfase patrimonial no era tan conocido, y que incluso durante 10 años ocultó este dato a la presidenta de la agencia, Pilar Giménez-Reyna. Además, Camacho ha exculpado de todo lo ocurrido a su novia Laura Morey y al padre de ésta, Jaime, quien durante un tiempo ocupó un cargo de responsabilidad en la empresa. Según él, ninguno de los tres conocía el desfase patrimonial de la agencia.

Una vez concluida la maratoniana declaración, Camacho ha sido reconducido esposado por dos policías a los calabozos de la Audiencia Nacional a la espera de ser trasladado hasta la cárcel de Soto del Real, donde se encuentra ingresado desde el pasado mes de julio.

La juez Teresa Palacios ha citado mañana a declarar al apoderado Francisco Javier Sierra de la Flor, quien, en su última declaración, el pasado 7 de febrero, reconoció haber expedido cheques por un valor aproximado de 1.000 millones de pesetas contra la cuenta que Gescartera disponía en una oficina de La Caixa en Majadahonda (Madrid).

Sierra de la Flor aseguró que desconocía el paradero final de este dinero, por lo que mañana también comparecerá el perito judicial al que se le ha encargo la investigación del destino de estos fondos.

La última declaración de Sierra de la Flor hizo que algunas partes personadas en el caso pidieran medidas cautelares contra él, por lo que mañana cabe la posibilidad de que se celebre una vista para decidir este extremo.

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