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Un camino por el filo de la navaja

Tras las medidas de emergencia, los analistas creen que la suspensión de pagos es inevitable

Íñigo de Barrón

El patio argentino está más revuelto que nunca. El sábado 1 de diciembre, la Administración presidida por Fernando de la Rúa anunció restricciones en el uso de dinero, que impiden, en otras cosas, retirar más de 1.000 pesos o dólares (unas 186.000 pesetas) mensuales durante los próximos tres meses, aunque se permite el pago mediante cheque o tarjeta de crédito.

El Gobierno argentino tomó esta medida de urgencia después de que el pánico se adueñara de la población el viernes 30 de octubre y acudiera en masa a los bancos para retirar 1.400 millones de dólares o pesos de sus depósitos.

Días después de esta decisión, la situación se ha calmado. Mientras tanto, el Gobierno argentino sigue minuto a minuto la situación del mercado y aumentan los analistas políticos que creen que las recientes medidas del Ejecutivo son las últimas que ha tomado antes de abandonar el poder porque el deterioro social no se detiene.

La mayoría de los analistas cree que es difícil evitar la suspensión de pagos y pocos apuestan por una devaluación
El Gobierno reconoce las serias dificultades que atraviesa el país, pero cree que la medida frena males mayores
La limitación del dinero en efectivo provocó que se abrieran 100.000 cuentas corrientes en tres días

Además de limitar la salida de depósitos, los bancos no pueden dar préstamos en pesos y los ya concedidos podrán convertirse a dólares. El Gobierno ha establecido que los argentinos podrán seguir teniendo depósitos en pesos, pero los bancos no podrán ofrecerles por esas colocaciones tasas de interés más altas que las que dan por depósitos en dólares. Por último, se impedirán transferencias de fondos al extranjero por más de 10.000 dólares, con excepción de las operaciones de comercios exterior.

Entre los que las aplauden estas medidas está el subsecretario norteamericano del Tesoro, John Taylor, seguido de instituciones financieras y bancos locales. Por contra, las asociaciones ciudadanas y los sindicatos critican este paquete por el recorte de libertad que supone y porque no creen que sirva para reactivar la economía.

En opinión de los banqueros españoles con presencia en Argentina, el conjunto de las medidas 'es positivo. No son un manotazo de urgencia, como algunos creen. Argentina está utilizando toda su capacidad de maniobra para sobrevir sin suspender pagos. De todas maneras, lo que está pasando es la mejor prueba de que una economía emergente, a la que se le niega la financiación exterior, no se puede sobrevivir'.

Sin embargo, desde otras entidades financieras españolas que no tienen filiales en Argentina, como Caja Madrid, la situación se ve de otra manera. 'Estas medidas sólo conseguirán alargar la agonía del país, pues no están pensadas para recuperar la competitividad y, mucho menos, la credibilidad. En el corto plazo sólo se puede esperar una profundización del círculo vicioso en el que está inmerso el país y, por tanto, una mayor caída de la actividad, un aumento del desempleo y más dificultades para cumplir el objetivo de déficit cero', según el Servicio de Estudios de Caja Madrid.

Medida impopular y negativa

En el mismo sentido, la sociedad de valores Iberagentes Activos califica las medidas del Gobierno como 'impopulares y muy negativas', porque reavivan los temores de que el país latinoamericano no pueda hacer frente al pago de su deuda y se declare en suspensión de sus obligaciones financieras, el denominado default.

De cualquier forma, los banqueros con inversiones en Argentina coinciden en que la devaluación 'es una probabilidad al 99,5%'. Estas fuentes destacan que, a pesar de todo, no llegará el pánico 'porque se han garantizado los depósitos y los ha comenzado a reconvertir en dólares. Domingo Cavallo, ministro de Economía, ha demostrado que destinará las reservas del país a dolarizar la economía, si bien también convivirán con otras monedas, como los lecop y patacon, que no son convertibles'.

A juicio de los expertos de la firma de bolsa Activo Bank, la explosión definitiva del cese de pagos tendrá un impacto negativo en el Ibex, al que hará caer entre un 9% y un 13%. En Iberagentes, aunque no marcan una cifra concreta, también esperan bajadas claras en el mercado español.

Mientras se discute si llega o no la suspensión de pagos, la situación de Argentina se mide por la prima de riesgo, también conocida como el 'riesgo país'. Este índice está elaborado por Morgan Stanley y mide la rentabilidad adicional que debe ofrecer un bono argentino sobre los bonos del Tesoro de EE UU. El viernes, este índice se situó en los 3.800 puntos, un 15% más que una semana antes, como muestra de las dudas que los inversores tienen sobre el futuro económico de Argentina.

Según Ibersecurities, 'la prima de riesgo en la región -que se encuentra en máximos históricos- refleja ya una alta probabilidad de suspensión de pagos'. Sin embargo, no todos lo pueden pasar igual de mal. Morgan Stanley cree que los bancos españoles -el Santander Central Hispano y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria- tienen ratios que les permiten vivir la situación con más tranquilidad por la fortaleza de sus balances, ya que han realizado provisiones fuertes para cubrir riesgos.

Otra consecuencia directa de las medidas de De la Rúa es la bancarización del país. El Gobierno está evitando el movimiento físico de dinero, lo que incrementará el uso de las tarjetas y las comisiones que cobran los bancos por este concepto. Además, habrá una amnistía fiscal para regularizar el dinero negro, lo que fomentará la apertura de nuevas cuentas corrientes. El problema es que los bancos argentinos cobran 36 dólares (7.000 pesetas) de media por mantenimiento anual de cuenta, más del doble que en España.

Algunos financieros argentinos aseguran que los bancos no cobran estas tasas 'cuando se abren cuentas por esta medida transitoria'. Según cálculos del mercado, en los tres días posteriores a la restricción del Gobierno se abrieron 100.000 cuentas corrientes. De seguir así, se abriría un millón de cuentas en un mes, cifra considerable si se tiene en cuenta que en Argentina sólo 14 millones de habitantes, de los 36 millones que tiene el país, tienen relación bancaria.

El pago con tarjeta también se ha disparado, aunque los comercios incrementan en un 10% el importe de la adquisición si se paga con plástico, porque es la comisión que aplican los bancos. Estas dos medidas eliminarán parte de la economía sumergida y disminuirá los robos, ya que la gente llevará encima menos efectivo. Aun así, son mayoría los que no utilizan los medios de pago. En los últimos dos días, las ventas minoristas cayeron un 50%. También sufren los taxistas, y hasta las prostitutas, porque en su mayoría no tienen cómo cobrar sus servicios.

Toda esta tormenta se desató poco antes de que el Gobierno se dispusiera a anunciar con gran júbilo el éxito del canje de la deuda. El 80% de la deuda al 11% se ha cambiado por otra al 7%, con lo que el Estado se ha ahorrado 3.500 millones de dólares. Este canje es el tercero en 18 meses.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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