El sector ganadero apunta de nuevo a Europa del Este como origen de la peste porcina

La inmovilización de las granjas decretada por Agricultura es preventiva y los animales no presentan, en principio, sintomatología de la enfermedad.

En la mente de todos, sin embargo, está el temor a que se detecte de nuevo la peste porcina en la Comunidad Valenciana, cuando aún colean las consecuencias de la crisis que vivió el sector entre junio y septiembre de este año. La detección de la enfermedad se concretó tras las primeras confirmaciones provenientes de Lleida y, en total, la peste porcina dejó tras de sí ocho brotes en Castellón y Valencia (principalmente en Los Serranos), 59.892 cerdos sacrificados y pérdidas de alrededor de 2.000 millones de pesetas. Las consecuencias de esa crisis aún no están cerradas, y de hecho, AVA criticó la 'lentitud' de Agricultura y pidió ayer que adelantara el pago de las indemnizaciones por el sacrificio obligatorio de animales a los ganaderos afectados. La organización recordó que el Gobierno catalán ya ha pagado el 25% de las indemnizaciones que le correspondía y ha adelantado el otro 25% correspondiente a la Unión Europea.

Otra de las críticas que más se repitieron en la anterior crisis es la necesidad de cambiar el modelo de ganadería, ya que el funcionamiento en régimen de integración (mayoritario en la Comunidad y Cataluña) favorece la extensión de cualquier enfermedad. De hecho, ayer, según explicó Cristóbal Aguado, las noticias apuntaban a que la procedencia de los cerdos afectados por peste porcina en Cataluña podría ser Europa del Este. Aguado pidió a la Administración una actuación contundente, que no se limite a anunciar acciones, sino que llegue a las últimas consecuencias y busque responsables si los hay.