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La mayoría de las parejas que guardan embriones congelados no desea preservarlos

El 61% está a favor de que se destruyan o se cedan para investigar con células madre

Un estudio realizado por el Instituto Dexeus sobre 260 parejas, que mantienen 1.419 embriones congelados en ese centro, revela que la mayoría de ellas (el 61%) están a favor de que los embriones se destruyan o se cedan para la investigación médica. La ley no permite ninguna de esas dos opciones. Ante el vacío legal, se mantienen congelados en España unos 40.000 embriones (el 15% desde hace más de cinco años), que los asesores del Gobierno recomiendan usar para extraer de ellos células madre e investigar tratamientos de enfermedades ahora incurables.

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Las actuales opciones legales sobre el futuro de los embriones congelados sobrantes de los tratamientos de fecundación in vitro -implantárselos o donarlos a otras parejas- no complacen a muchas de las parejas afectadas, de lo que se deduce que 'la normativa vigente no se adecua a las necesidades reales'. Esta es la conclusión de un estudio realizado por las investigadoras Marta Asensio, Montserrat Boada, Ana Veiga y Pere Nolasc, del Instituto Dexeus de Barcelona, publicado en la revista Progresos de Obstetricia y Ginecología.

Pasados cinco años de congelación -plazo legal máximo para poder implantar los embriones-, el 60,7% (54 casos) aceptaría la donación de sus embriones para investigación o su destrucción, siendo esta última la más aceptada.

La opción más aceptada fue la destrucción frente a la investigación, en contra de las recomendaciones de la Comisión Nacional de Reproducción Asistida, que aconsejan que los embriones se usen para investigar. El motivo, según los autores, es la falta de información de la población general sobre los objetivos de la investigación con embriones y sus aplicaciones.

En 1987 se consiguió en España el primer embarazo a partir de un embrión previamente congelado. Un año después entraba en vigor la Ley de Reproducción Asistida, que indica lo que no se debe hacer con los embriones -ni investigar ni destruirlos-, pero no especifica lo que sí se debe hacer. Ante el vacío legal, y aunque pasados dos años los padres pierden la titularidad de sus embriones congelados, las clínicas no saben qué hacer y, simplemente, los guardan en sus bancos.

'Socialmente no estaría bien visto ni destruirlos ni donarlos sin el permiso de las parejas. Estamos esperando a ver qué pasa. Es urgente que el Ministerio de Sanidad tome una decisión urgente sobre el tema', afirma Ana Veiga, jefa del departamento de biología del Instituto Dexeus, un centro que guardaba 6.752 embriones congelados a finales de 2000. El otro gran centro de reproducción asistida, el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), guarda 13.000 embriones congelados en sus seis delegaciones.

El estudio del Instituto Dexeus pone de manifiesto 'un elevado grado de despreocupación de las parejas respecto a sus embriones congelados': el 14,6% perdió contacto con el centro, y el 59,4% ni siquiera respondió al cuestionario enviado por las autoras, unos resultados similares a los de estudios realizados en otros países.

El estudio también planteó a las parejas cuestiones sobre el estatus ontológico del embrión: el 67,4% no le atribuye categoría de persona; el 29,2% le otorga el estatus de persona; y el 3,4% no contesta.

Pero ¿qué es exactamente un embrión y para qué congelarlo? 'Con las técnicas de fecundación in vitro conseguimos que el espermatozoide fecunde al óvulo. A partir de ese momento, al primer día de la fecundación, podemos o bien congelar este embrión directamente, o bien hacerlo cuando se ha desarrollado entre 5 y 6 días, hasta la fase concida como blastocisto', explica José Remohí, director del IVI de Valencia.

Mientras en países como Suiza o Alemania hay muchas restricciones a la congelación de embriones, en España es una práctica habitual e incluso recomendada a las parejas para poder utilizarlos en caso de que fracase el primer intento de implantación en la mujer. La posibilidad de quedar embarazada con esta técnica es del 40% al 50%.

En el IVI de Valencia, el 40% de las parejas que acuden a la fecundación in vitro congelan embriones y el el Instituto Dexeus, el 60%. 'De cada ciclo extraemos 10 óvulos. Si la tasa de fecundidad de la mujer es del 70%, obtenemos siete embriones de los que transferimos a la mujer dos o tres y congelamos el resto', explica Veiga.

'Congelando varios embriones de cada ciclo, optimizamos los recursos biológicos, de manera que la mujer no tiene que someterse otra vez a la estimulación ovárica y a la extracción de óvulos', afirma Remohí. 'Estos tratamientos suponen un gasto emocional muy grande para las parejas, sobre todo cuando hay un fracaso. Tener un hijo es, en ese momento, la cosa más importante de su vida', añade.

Hasta hace poco se desconocía el tiempo máximo de congelación que podía permanecer congelado el embrión (de ahí el plazo de cinco años que puso la ley española de 1988), pero hoy se sabe que no tiene caducidad.

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