Israel asedia ciudades palestinas tras los atentados de la Yihad
Mueren un niño y un adolescente por disparos de las tropas
El Ejército de Israel volvió ayer a asediar con tropas y carros de combate las principales ciudades autónomas del norte de Cisjordania, especialmente las de Tulkarem, Jenín y Nablús, en represalia por la última oleada de atentados protagonizados por militantes fundamentalistas de la Yihad Islámica, la más radical y disciplinada de las formaciones palestinas.
Una decena de tanques y centenares de soldados de infantería israelíes entraron en la madrugada de ayer en la ciudad palestina de Jenín, cuando apenas se habían cumplido cuatro días de su salida. Los carros tomaron posiciones en los suburbios de Al Zaharaa y Al Saadah, en los accesos a los campos de refugiados, pero también en una de las arterias principales de la ciudad. La de calle Haifa es un espejo de la pesadilla en la que se encuentra inmersa la región, donde viven más de 200.000 habitantes. Esta avenida, en otro tiempo sede de los más prósperos comercios de la provincia, es hoy un campo de batalla; la sede del gobierno militar es un montón de hierros y cemento, tras haber sido dinamitado por unidades especiales del Ejército de Israel, casi todas las casas muestran en sus fachadas impactos de bala, los esqueletos de coches calcinados permanecen encima de las aceras y sobre el asfalto se ven aún frescas las huellas de las cadenas de los tanques.
La invasión militar de Jenín, como las de las otras poblaciones de Cisjordania, se llevó a término sin apenas resistencia, aunque se produjeron incidentes esporádicos, algunos inclusos sangrientos, como los que costaron la vida de un adolescente y de un niño palestino de 11 años.
El Gobierno de Israel acordó el cierre militar de la zona norte de Cisjordania, en una reunión celebrada con carácter de urgencia el pasado viernes por la noche, pocas horas después del atentado contra un autobús de transporte público en el que murieron cuatro personas. Las decisiones de esta reunión fueron comunicados al instante al mediador norteamericano Anthony Zinni, que desde hace cinco días se encuentra en la región tratando de establecer un alto el fuego.
'Estamos aislados. Han cortado todos los accesos a nuestra ciudad, Jenín. Las tropas israelíes han levantado incluso muros de cemento en las principales carreteras y caminos', aseguraba ayer por teléfono, desde su despacho, Zuheir Manasra, gobernador de la provincia.
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