Tecnología y vegetación
Realizado en 1979, este gran complejo de oficinas fue proyectado como sede central del Banco Industrial de Cataluña. La obra tuvo una gran resonancia entre la ciudadanía, que vio construir tres grandes torres octogonales en el punto entonces más representativo de Barcelona, el cruce entre Diagonal y Gran Via de Carles III, donde el precio del suelo era más caro. Los autores habían sido dos arquitectos reconocidos, Josep Maria Fargas y Enric Tous, que habían seguido una evolución arquitectónica desvinculada de la línea dominante de la Escuela de Barcelona. Fargas y Tous habían desarrollado una vía de optimismo tecnológico que entroncaba con la arquitectura moderna más radical -inspirados inicialmente en Mies van der Rohe, Richard Neutra y Craig Ellwood- y que enlazaba con el frente más tecnológico del Grup R. Habían empezado a destacar con obras como la casa Ballbé, en Barcelona (1962), y la fábrica Dallant, en Sant Feliu de Llobregat (1961-1963), y tantearon una arquitectura modular e industrializada, en oposición al elogio al ladrillo propio de la España autárquica.
En el complejo de oficinas que ahora cambia de dueño Tous y Fargas iniciaron una evolución hacia una mayor relación con el entorno y la realidad. De ahí sus formas de torres más orgánicas y las vistosas jardineras de las fachadas, sintomáticas de una primeriza sensibilidad ecológica.