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Bélgica reclama la voz de Europa ante el creciente nacionalismo étnico

La presidencia belga critica duramente el funcionamiento de la UE

Carlos Yárnoz

Verhofstadt señala que la próxima cumbre de Laeken debe reforzar las políticas exterior, de seguridad y de justicia de la Unión. 'Las debilidades de la construcción europea aparecen a plena luz del día', señala el presidente en ejercicio de la UE, quien ha incluido a los líderes de la UE un borrador de las conclusiones que deben adoptarse en la citada cumbre, prevista para los próximos días 14 y 15. En el documento, Verhofstadt recuerda que, tras la caída del muro de Berlín, Europa creyó encontrarse en una fase 'de orden mundial estable y sin conflictos', pero que el 11 de septiembre ha cambiado totalmente el panorama.

'¿Cuál es el papel de Europa en este mundo transformado?', se pregunta Verhofstadt. En un momento en que crecen las críticas por el escaso protagonismo de la UE en la actual crisis internacional, el primer ministro belga se responde que 'Europa debe asumir sus responsabilidades' como 'una potencia en guerra contra toda violencia, terror y fanatismo, pero también atenta a las injusticias flagrantes en el mundo'.

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En la cumbre de Laeken, como señaló ayer en el Parlamento Europeo el ministro de Exteriores belga, Louis Michell, los Quince adoptarán iniciativas para reforzar la Política Exterior, de Seguridad y Defensa de la UE. 'está en juego la credibilidad de la Unión', dijo Michell, para lanzar nuevos mecanismos de colaboración contra el crimen organizado. Además de la orden europea de detención y entrega, los líderes intentarán cerrar la lista de organizaciones terroristas, según el ministro belga.

Pero la parte más crítica del documento de Verhofstadt se refiere al funcionamiento interno de la Unión. Para el primer ministro belga, la Unión se interesa poco 'por las preocupaciones concretas' del ciudadano y, sin embargo, se inmiscuye en asuntos que podrían ser gestionados mejor por 'los Estados o las regiones'.

Pero es precisamente la cumbre de Laeken-Bruselas la que debe lanzar oficialmente el debate institucional sobre el futuro de la UE, que debe resolver los cuatro puntos acordados al respecto en Niza en diciembre de 2000: el reparto de competencias entre los Estados y las instituciones europeas, el papel de los parlamentos nacionales en la arquitectura europea, la simplificación de los tratados de la UE y el encaje jurídico de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión. '¿Hace falta aplicar el principio según el cual toda competencia que los tratados no adjudican a la Unión pertenecen a los Estados?', se pregunta Verhofstadt. Éste es uno de los puntos que más preocupa al Gobierno español, porque de esa discusión se derivará a su vez otra sobre las competencias que deben corresponder a las regiones.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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