Dedicado
Hoy no hablaremos de la adopción directa de una palabra inglesa (como ocurre en hardware) ni de su adaptación al español (como en resetear), sino de la adopción de un nuevo uso gramatical para una palabra existente.
En español existe el verbo dedicar (del latín dedicare), así como su participio dedicado. El Diccionario de la Academia recoge: 'Emplear, destinar, aplicar'. El Diccionario de uso de María Moliner precisa: 'Destinar una cosa a un determinado fin o empleo'.
El verbo inglés dedicate tiene el mismo origen latino y un significado similar. Su participio dedicated puede aparecer seguido de un complemento 'A site dedicated to the sport of fencing' (como en español: 'Sitio dedicado a la cultura en Bogotá'). Pero, a diferencia de nuestra lengua, también puede aparecer como modificador de un nombre: 'Eliminating the need for a dedicated bookshelf'. Si tradujéramos literalmente: 'Eliminando la necesidad de una estantería dedicada'... ¿Dedicada a qué? En español, a la palabra dedicado siempre sigue un complemento con a o para... o seguía. La influencia del inglés ha hecho que, sin complemento, adopte el sentido de destinado en exclusiva para un fin determinado. Así, se puede hablar de una línea de comunicaciones dedicada o de un dispositivo dedicado, expresión esta que abunda en el ámbito informático.
En principio, los ordenadores son máquinas universales, adoptan funciones según los programas. Pero determinadas necesidades de interfaz o de procesamiento motivan que existan ordenadores que sólo hacen una cosa: e-books (o libros electrónicos) que sólo sirven para leer, consolas de juegos que sólo son para la diversión, máquinas GPS que sólo sirven para situarnos en el espacio... Todos son dispositivos dedicados, en el sentido de que sólo hacen una cosa.
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