¿Y los clientes?
Se ha publicado en diversos medios de comunicación que una asociación de empresarios de locales de alterne ha abierto un centro sanitario para realizar análisis clínicos y revisiones médicas exclusivas para prostitutas. Dicha asociación dice que esta medida viene motivada por su preocupación por el estado de salud de sus empleadas y con el objetivo de lograr una regularización de esta actividad. Nosotras dudamos mucho que la intención sea ésta, sino que más bien dichos empresarios quieren asegurar que estas mujeres no estén enfermas de cara a los clientes, ofertando así una calidad mejor de su producto. Además, si se pusiera en marcha esta medida por sí sola, no supondría una regularización de este fenómeno.
En primer lugar, ¿hasta que punto es licito exigir unos controles sanitarios, como la prueba de VIH, cuando se ha trabajado tanto para conseguir que esta prueba sea practicada a toda la sociedad (no solo para este colectivo) de manera confidencial? En segundo lugar, ¿no se les ha ocurrido pensar que esta medida no es para nada de índole preventivo, porque de nada sirve que las mujeres que ejercen la prostitución estén sanas cuando los clientes puede que no lo estén?
Es una práctica muy común entre los clientes pagar más dinero a las prostitutas por no ponerse el preservativo, y aquéllos, sabiendo que estas mujeres han pasado la revisión, exigirían no tomar medidas de protección en muchos casos. Cuando nos planteemos que para que realmente se realice un trabajo de prevención serio para evitar enfermedades de transmisión sexual tenemos que trabajar tanto con las personas que ejercen la prostitución como con los clientes que requieren estos servicios, habremos dado un paso de gigante para combatir esa doble moral que señala y margina a las prostitudas y protege y oculta a los clientes.
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