Londres garantiza que Gibraltar seguirá siendo británica mientras quieran los gibraltareños
Piqué y su homólogo Straw acortan hasta 'el próximo verano' el plazo para resolver el contencioso
La reanudación de las negociaciones sobre Gibraltar, suspendidas desde 1998, dejó ayer en el aire la cuestión fundamental de cuál es la fórmula mágica, o carta oculta, por la que el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, y su homólogo británico, Jack Straw, se muestran tan optimistas que han acordado adelantar la fecha de conclusión de un acuerdo, no ya a finales de 2002, como estaba previsto, sino al verano próximo. Los gibraltareños se mantienen contrarios a cualquier cambio de la soberanía, y Straw dejó muy claro que la Roca seguirá siendo británica mientras quieran los llanitos.
Para la diplomacia española, que considera la reunión ministerial de ayer en Barcelona como un paso sin precedentes en las negociaciones del contencioso, ni la fórmula ni la carta existen más allá de las implicaciones de una política de palo y zanahoria concordada entre Madrid y Londres. El palo serían las advertencias a Gibraltar de que el paraíso fiscal que sustenta su economía tiene los días contados y la zanahoria, las ventajas económicas y sociales que obtendría de la normalización de sus relaciones con España y, consiguientemente, de su situación en la UE.
Pero parece imposible que el proceso de convicción planteado sobre esas bases dé resultados tan pronto como el próximo verano. El comunicado emitido ayer por Piqué y Straw dice, sin embargo: 'Nuestro propósito es concluir un acuerdo global en torno al verano del próximo año. Este acuerdo cubrirá todos los temas importantes incluidos los de cooperación y soberanía'. Y el ministro británico reiteró que cualquier compromiso sobre la soberanía será sometido a referéndum en Gibraltar.
En medios diplomáticos tiende también a descartarse la posibilidad de obviar la previsible oposición de los llanitos mediante el procedimiento de cerrar un acuerdo de transferencia de la soberanía a España en un plazo de 30 o 50 años y aplazar hasta entonces el referéndum correspondiente.
Una segunda fórmula de descolonización drástica por parte de Londres sería interpretar literalmente la cláusula de la Constitución gibraltareña por la que el Reino Unido promete que 'nunca llegará a acuerdos por los que el pueblo de Gibraltar pase a la soberanía de otro Estado contra su voluntad'. La interpretación literal permitiría a Londres transferir la soberanía sobre el territorio de Gibraltar aunque no lo quieran los gibraltareños, si se les da a éstos la posibilidad de seguir siendo británicos con todos los derechos. Pero Straw cerró ayer esa vía, al declarar, que, si el resultado del referéndum fuera negativo, 'el Reino Unido seguiría ejerciendo la soberanía sobre Gibraltar con todas las obligaciones morales, sociales y políticas derivadas del Tratado de Utrecht y de la Constitución gibraltareña'.
En todo caso, resulta impensable que la cooperación entre España y el Peñón pueda avanzar contra la voluntad de los gibraltareños. De ahí que éstos fueran los principales destinatarios de los mensajes emitidos tras la reunión, con el objetivo de que el ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, participe en futuros encuentros.
Piqué y Straw, quien se detuvo a conversar con una veintena de llanitos llegados a Barcelona para protestar por la reunión, reiteraron la invitación a Caruana y afirmaron que el proceso reanudado 'va en beneficio de los gibraltareños'. El ministro español dijo que, aunque ni España ni la comunidad internacional reconocen el derecho de autodeterminación de Gibraltar, él no se puede oponer a que el Reino Unido organice los referendos que considere oportunos en torno a los acuerdos que alcancen Madrid y Londres.
Piqué anunció que la próxima negociación a nivel ministerial se celebrará en enero. Entre tanto, sendas comisiones técnicas 'elaborarán ideas' para que avance el proceso. 'Es un tema muy difícil y somos conscientes de lo que nos queda todavía, pero creo que tenemos una oportunidad y estamos dispuestos a aprovecharla', dijo.
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