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Bush ordena aumentar al máximo las reservas estratégicas de petróleo de Estados Unidos

La decisión dispara el precio del barril en el mercado internacional hasta los 21 dólares

El presidente George Bush ordenó ayer aumentar la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) de EE UU hasta los 700 millones de barriles (su capacidad total) para aprovechar la caída del precio del crudo y prevenir hipotéticos futuros trastornos en el aprovisionamiento. La medida, que supone la retirada de crudo del mercado, provocó una subida inmediata del precio del barril, con el brent en torno a los 21 dólares. La OPEP se reúne hoy en Viena para acordar nuevos recortes con los que hacer frente a la caída en la demanda por el enfriamiento de la economía mundial.

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La orden presidencial se ejecutará de forma gradual, en un plazo de tiempo no determinado que podría llegar a extenderse hasta el año 2003 o el 2004. La SPR atesora en la actualidad unos 545 millones de barriles en los depósitos subterráneos de Tejas y Luisiana y está pendiente de recibir a lo largo de los próximos 14 meses otros 47 millones ya pactados en el pasado con la petroleras, por lo que el decreto de Bush supone el desvío hacia la reserva de unos 108 millones de barriles adicionales.

El anuncio estadounidense se produjo en la víspera de la reunión que hoy celebra en Viena la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). La organización, informa Julieta Rudich, recortará sus exportaciones [se habla en torno a 1,5 millones de barriles diarios] aunque los productores no miembros rehúsen a contribuir con el cartel. El objetivo es estabilizar los precios del crudo, en fuerte declive desde los atentados el 11 de septiembre. La semana pasada el barril (159 litros) de petróleo de la OPEP costó un promedio de 17,87 dólares. La cotización se recuperó por encima de los 19 dólares tras el anuncio del recorte, pero volvió a perder después del accidente aéreo de Nueva York el lunes.

Coste y eficacia

En este contexto, el rellenado de la reserva estratégica de EE UU no se hará a cualquier precio, sino atendiendo a la relación coste-eficacia, subrayó el presidente, mediante el recurso de transferencias a cambio del pago de royalties, una medida que llevaban años reclamando las petroleras norteamericanas, que prefieren ahorrarse el desembolso de millones de dólares que deben abonar por sus explotaciones. Así se garantiza la estabilidad de precios, que saltaría por los aires en caso de que la SPR recurriera al mercado abierto.

Spencer Abraham, el secretario de Energía a quien Bush dirigió su orden, señaló ayer que la medida no era una respuesta a amenazas concretas en el aprovisionamiento. EE UU importa el 60% del crudo que consume, que ronda los 20 millones de barriles diarios. La actuales reservas cubren unos 45 días de importaciones.

La orden presidencial supone que parte del suministro no llegará al mercado saturado, lo que fue bien recibido en los mercados de futuros. El brent subió 56 centavos, hasta 20,95 dólares.

EE UU vive estos días un intenso debate sobre el consumo y la adquisición de crudo. Las dudas suscitadas por la actitud saudí en la crisis de Afganistán han hecho surgir numerosas voces que pedían que, a modo de represalia, se dejara de comprar petróleo a la monarquía wahabí. Al tiempo, en el Capitolio, demócratas y republicanos se enfrentan sobre si se debe extraer petróleo la reserva natural de Alaska, como aprobó hace unos meses la Cámara de Representantes. El Senado, controlado por los demócratas, se opone.

Rusia, en la nueva atmósfera de entendimiento con Washington, ha ofrecido en las pasadas semanas cubrir con su crudo las potenciales necesidades energéticas que puede tener Estados Unidos, pero también ha anunciado a la OPEP que está dispuesta a recortar su producción en unos 30.000 barriles diarios.

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