El ex rey Zahir pide a la Alianza que mantenga sus promesas
El complejo entramado de facciones (cada una apoyada por una potencia regional diferente) que forman la oposición antitalibán ve con preocupación el avance de las tropas de la Alianza del Norte hacia Kabul. Ayer, sendos colaboradores del ex rey Mohamed Zahir Shah, que vive exiliado en Roma desde hace 28 años, lanzaron una dura advertencia a los combatientes de la Alianza sobre las graves implicaciones que podría tener la toma de la capital afgana. 'Nos prometieron que no entrarían en Kabul y esperamos que mantengan su promesa', declaró a Reuters Abdul Sattar Sirat, uno de los colaboradores del ex monarca.
Los líderes de la Alianza del Norte -apoyada básicamente por Irán y por Rusia- mantuvieron numerosas reuniones con el ex rey afgano en Roma, a finales de septiembre. Tras complejas negociaciones llegaron a un acuerdo para crear un Consejo de Unidad Nacional afgano que estaría integrado por 120 miembros, representantes de las diversas tribus y fuerzas que se oponen a los talibanes, incluidos los pastunes, etnia mayoritaria en el país a la que pertenecen tanto los talibanes como el ex rey Zahir Shah.
Otro colaborador del monarca, Hamid Sidig, justificó los temores de una entrada en Kabul por parte de la Alianza del Norte aludiendo a los riesgos de confrontación. 'Tememos que si entran en la capital, otras facciones y poderes pueden hacer otro tanto desde el sur y el oeste de Afganistán, lo que podría dar lugar a enfrentamientos'. El mismo consejero conminó a la Alianza a 'no repetir los mismos errores que cometieron en 1992' cuando la captura de Kabul por las tropas de la Alianza dio paso a una feroz guerra civil.
De la misma opinión se han declarado recientemente tanto el secretario de Estado americano, Colin Powell y el propio presidente de EE UU, George W. Bush.
