Musharraf pide a Washington cazas F-16 a cambio de su apoyo

Pakistán quiere algo más que buenas palabras de EE UU a cambio de su apoyo. El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, pidió ayer en Nueva York a George W. Bush gestos concretos para cimentar la nueva alianza entre Washington e Islamabad. Musharraf insistió, sobre todo, en la entrega de 28 cazas F-16 que Pakistán adquirió en los años ochenta y que nunca le fueron entregados.

Pakistán aspira a recuperar el estatuto de aliado privilegiado del que gozaba cuando Washington usaba Islamabad como base para luchar contra la invasión soviética en Afganistán. En 1990, un año después de la salida de los rusos, Washington dio marcha atrás y empezó a desligarse de su antiguo socio. Musharraf quiere ahora salir oficialmente de su condición de paria en el que le ha mantenido EE UU desde que tomó el poder hace dos años.

'Pakistán desea una relación duradera con Estados Unidos', dijo Musharraf en una entrevista con The New York Times, 'pero debemos consolidar la confianza'. El líder paquistaní pidió recuperar los 28 cazas F-16 que nunca le fueron entregados, después de que el Congreso de EE UU decidiera bloquear toda cooperación militar. También insistió en el levantamiento de las sanciones impuestas por EE UU tras los ensayos nucleares efectuados por India y Pakistán en 1998. Los F-16 son un tema delicado. El Gobierno indio, enfrentado con el de Pakistán por la disputa de Cachemira, ya ha manifestado que consideraría su entrega como una afrenta.

Musharraf ha matizado sus críticas hacia una operación militar durante el Ramadán, pero ha advertido de que ésta tendrá efectos negativos en el mundo árabe. El general paquistaní ha manifestado que prefiere una campaña militar corta, dado los riesgos que está tomando con vistas a su población, mayoritariamente favorable a los talibanes. 'La opinión pública puede cambiarse, pero sólo a través de gestos', dijo.