El Foro Iberoamérica cree que la crisis da una oportunidad a América
Latina Representantes de la empresa, la política y la cultura se reúnen en Buenos Aires
Frente a los agoreros que pronostican la marginalización de América Latina en función de las nuevas prioridades de Estados Unidos desde el 11 de septiembre, el segundo Foro Iberoamérica, que se clausuró ayer en Buenos Aires, destacó que el continente latinoamericano tiene que aprovechar la oportunidad que tiene por delante. 'La mejor desde la II Guerra Mundial', apuntó Felipe González. El foro ha reunido durante dos días a destacados representantes de la empresa, la política y la cultura de América Latina, España y Portugal.
Así se puso fin a la segunda edición del encuentro, que debutó el año pasado en México y continuará dentro de 12 meses en Madrid.
'¡Cuidado con las autoprofecías!', advirtió Felipe González a la hora de diseccionar el nuevo mundo que emerge después de la barbarie de hace dos meses. México es determinante para la seguridad de EE UU, que por añadidura tendrá que preocuparse más y mejor del resto de la región, según el ex presidente español. 'Cuando pase este momento en que sólo se habla de guerra, se hablará de la importancia energética y de recursos naturales de América Latina', porque 'Estados Unidos no va a encontrar ningún rincón más tranquilo y seguro en todo el planeta, pese a Colombia y a Chávez'. 'Minimicemos los riesgos y ampliemos el espacio de oportunidad', concluyó González.
Con menor dosis de optimismo, el periodista y académico Juan Luis Cebrián habló de las empresas globales en las noticias y en el periodismo, y planteó la necesidad de una agenda iberoamericana frente a 'la agenda global que marcan los grandes medios de comunicación anglosajones'. Propuso que el Foro Iberoamérica sirva para establecer dicha agenda y alejarse de 'la queja y el llanto permanente'.
El consejero delegado del Grupo PRISA opina que lo único que nos hace globales como una comunidad más o menos homogénea es la lengua, y que hay espacio para crear una o dos empresas globales en el ámbito de la cultura y la comunicación: 'Aunque seamos inferiores en capital, no somos dependientes en capital humano'.
Se lamentó Cebrián de las prácticas proteccionistas de los Gobiernos latinoamericanos, más exageradas en comunicación que en otros sectores estratégicos -la venta de la petrolera argentina YPF a Repsol es el ejemplo más claro-, y un conjunto formidable de trabas legales, fiscales y administrativas que dificultan eventuales iniciativas de empresas no latinoamericanas. Paradójicamente, esos mismos Gobiernos que limitan la inversión extranjera reclaman ayuda al exterior para consolidar sus democracias.
El mercado culturalA medio camino entre González y Cebrián, donde dijo situarse, el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti mencionó la inversión y la migración como los dos factores que han transformado la realidad. 'Estados Unidos se ha convertido en el tercer país latinoamericano, y la inversión extranjera directa en América Latina, y especialmente la española, que hasta mediados de los años noventa no pasaba de los 1.000 millones de dólares anuales, ahora no baja de los 10.000 millones'. Sanguinetti mencionó la fortaleza del mercado cultural hispano: 'La sustancia está con periodistas, escritores; sólo falta armar la telaraña empresarial, la ingeniería genética, para alumbrar el gorila del que habla Felipe González'.
El mexicano Bernardo Sepúlveda, ex ministro de Exteriores de México, advirtió de los riesgos del nuevo esquema de seguridad que da prioridad a los servicios de espionaje e información, que podría alentar el autoritarismo. Como contrapartida, sugirió, puede servir para mejorar la lucha contra el crimen organizado, el narcotráfico y el tráfico ilegal de armas. Mencionó en este punto la entrada ilegal de armas en México a través de la frontera con EE UU. Y, apuntándose a quienes creen que hay que aprovechar las nuevas oportunidades, dijo que es el momento de mejorar el mercado energético de América Latina, 'porque Estados Unidos lo va a necesitar'.
Manuel Pizarro, presidente de Ibercaja y ex presidente de la Bolsa de Madrid, coincidió con González al hablar de la enorme oportunidad después del 11 de septiembre, que comparó con la que tuvo Argentina a principios del siglo XX. 'Estamos al mismo tiempo en zona franca y en el imperio', y auguró que los capitales que circulan por los mercados no se van a ir a la placa tectónica (Afganistán, Oriente Próximo y otras zonas de alto riesgo).
El embajador de Portugal en Argentina, José Augusto Seabra, utilizó el término 'competitividad solidaria', que permita encontrar dos o tres áreas donde sea posible la cooperación. 'Una de ellas es la comunicación'. Recordó que Portugal invierte por primera vez en Brasil en serio, porque hay un mercado y se está abriendo una economía que estuvo muy cerrada por el colonialismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.