Dos de las cuatro inspecciones abandonadas y prescritas investigaban al padre de Antonio Camacho
La Agencia Tributaria informó a principios de octubre con mucho misterio de que el Ministerio de Hacienda abandonó cuatro inspecciones tributarias a Gescartera y a sus socios mayoritarios en 1998.
Argumentó 'posible ineficacia', o una 'mínima ineficiencia' o una 'priorización del trabajo no óptima' para eludir responsabilidad alguna. No dijo quiénes eran los contribuyentes beneficiarios de ese estricto cumplimiento del deber de confidencialidad que mantenían las autoridades fiscales.
Son tres: el padre de Antonio Camacho, Gescartera Dinero y Bolsa Consulting. Las dos inspecciones que 'decayeron' porque, según la explicación de Salvador Ruiz Gallud, director de la Agencia Tributaria, 'no se produjo la reasignación de los expedientes a otros actuarios', investigaban al padre de Antonio Camacho, José Camacho. Ambas, además, han prescrito.
El contribuyente que tuvo la suerte de que Hacienda 'no llegara a notificarle el inicio de actuaciones inspectoras' pese a que la información era 'significativa' no es otro que Gescartera Dinero, según consta en la información que Hacienda ha remitido a la Audiencia Nacional.
La única que se ha cobrado un responsable es 'un caso a Bolsa Consulting', asignada a la delegación de la Agencia Tributaria en Cuenca. Allí, la investigación de Hacienda constató 'falta de actuación a pesar de disponer de información significativa sobre parámetros de relevancia fiscal del contribuyente'. El jefe de la delegación de Hacienda en Cuenca alegó que creía que se trataba de una empresa radicada en Madrid y es el único cargo, en este caso medio, de Hacienda que ha sido destituido tras la dimisión, en julio, de Enrique Giménez-Reyna.
Además de estos cuatro casos de inspección tributaria frustrada, el informe que el Gobierno ha remitido a la juez Teresa Palacios para su investigación de Gescartera constata la investigación a un funcionario de Hacienda porque, en junio de 1995, tuvo acceso a información fiscal de uno de los imputados en el caso, Francisco Javier Sierra de la Flor.
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