El PSE de Vitoria da un plazo de un mes a los populares para pactar los presupuestos

Los socialistas de Vitoria se han marcado un plazo de un mes, hasta mediados de diciembre, para negociar los presupuestos de 2002 con el equipo de gobierno municipal del PP y Unidad Alavesa, de modo que puedan aprobarse para marzo. El portavoz municipal del PSE, Patxi Lazcoz, pronostica, pese a todo, 'complicaciones'. Los socialistas se quejan de que en las actuales cuentas aún quedan por gastar unos 18.000 millones de pesetas, una tercera parte del total.

Lazcoz admite que exigir el cumplimiento completo antes de final de año supondría bloquear la negociación, por lo que quiere 'que se les vea sudar' a los responsables municipales. Además, pretende incluir en la norma una cláusula que suponga un 'examen trimestral' para el equipo de gobierno, para que cada proyecto tenga su propia fecha aproximada de ejecución.

El PSE, que mantiene su crítica a la 'falta de liderazgo' y 'agotamiento' del alcalde, el popular Alfonso Alonso, esbozó ayer sus condiciones: un incremento de los programas sociales y de empleo; una inversión de 2.000 millones en los barrios; materializar proyectos 'estancados' como el metro ligero o la circunvalación del sur, y el aumento de recursos para las asociaciones ciudadanas.

Los socialistas quieren también negociar el presupuesto de 2003 antes del verano próximo para aprobarlo con antelación suficiente a las elecciones municipales de ese año.

Segunda capital

Si finalmente los socialistas de Vitoria dan su apoyo a las cuentas elaboradas por el PP, como sucedió tras la negociación económica para 2001, será el segundo gran ayuntamiento en aprobar el presupuesto de 2002 tras el acuerdo alcanzado en San Sebastián a mediados de octubre entre estas dos mismas formaciones. El equipo de gobierno donostiarra ha entregado el documento económico a la oposición para que incluya sus correcciones y prevé someterlo a aprobación definitiva en un pleno que se celebrará en diciembre.

En la Diputación guipuzcoana, en cambio, el acuerdo presupuestario está en el aire, aunque la coalición gobernante formada por el PNV y EA está tratando de lograr el apoyo de los socialistas antes de entregar el proyecto presupuestario a las Juntas Generales.

En Vizcaya, el panorama está bastante más oscuro. En Bilbao, el alcalde, Iñaki Azkuna, mantiene mutismo sobre la presentación de los presupuestos para 2003, después de que lleve ya dos ejercicios con las cuentas prorrogadas. La Diputación vizcaína está elaborando el proyecto presupuestario pero aún no lo ha presentado y el equipo de gobierno PNV-EA tampoco ha iniciado negociaciones formales con los grupos de la oposición. 'Estamos en ello', ha asegurado el diputado foral José Luis Bilbao.