Greta Scacchi encarna a una estrella víctima de la 'caza de brujas'
'Punto de mira' se estrena hoy.
Poco queda de la Greta Scacchi explosiva y sexy que enloqueció a Harrison Ford en Presunto inocente y que declinó representar el papel de Sharon Stone en Instinto básico. Convertida en una madre de familia de belleza serena y candorosa voz, la actriz británica, de 41 años, hablaba esta semana en Madrid frente a una taza de té sobre su última película, Punto de mira. Scacchi da vida en el largometraje del galés Karl Francis a la estrella Gael Sondergaard, quien, junto a su marido, el director Herbert Biberman, se vio envuelta en la caza de brujas que convulsionó Hollywood en la era McCarthy. Jeff Goldblum -protagonista de La mosca- encarna a su esposo en esta cinta que se estrena hoy.
'Me sedujo el papel porque me impresionó Gael Sondergaard, quien en la cúspide de su carrera apoyó a su marido, acusado de comunista, a pesar de ser abandonada por sus amigos y los estudios, para los que había hecho tres películas anuales durante 10 años', afirmó la actriz, que terminó la ronda de entrevistas con su hijo pequeño en el regazo. Sondergaard luchó durante seis años para sacar adelante, como productora, La sal de la tierra, un filme comprometido que narra la lucha de los mineros de Nuevo México. 'Lo que me fascinó es que apoya a su esposo hasta el final, incluso cuando él [director de la película] le quita el papel protagonista para dárselo a Rosaura Revueltas', una artista mexicana a la que da vida Ángela Molina. Otro español, Antonio Valero, está en el reparto de esta coproducción de Morena Films, Bloom Street Productions y Saltire Entertainment, rodada con un presupuesto de seis millones de dólares (1.000 millones de pesetas) en Los Ángeles, Murcia, Almería y Madrid.
Para Scacchi, la censura es evidente en Hollywod, más aún tras los atentados. 'Muchos proyectos se han pospuesto, pero no puedo contar mucho porque no estoy rodando allí. Lo que sí he visto es que muchas agencias de actores están desapareciendo o se mudan del centro a los alrededores, lo que significa que no hay mucho trabajo'. Un problema que no parece afectarle pues, tras seis meses de sequía laboral, tiene entre manos 'tres ofertas de teatro y cinco de cine, de Australia, Francia y Canadá'.
'Yo elijo los papeles por la emoción que me transmiten, no pienso en mi carrera como actriz. Mi meta no es Hollywood', aseguró, aunque guarda buenos recuerdos de su etapa en la meca del cine. 'Hice tres películas en seis meses. Una con Robert Altman en la que disfruté muchísimo, quizás porque comparto con él la idea de Hollywood'. A la legendaria ciudad le reprocha su banalidad y, en el caso concreto de las listas negras, la actitud de algunos en la entrega de un Oscar especial, hace dos años, al cineasta Elia Kazan, uno de los delatores en la caza de brujas. 'Yo estoy de acuerdo con el Oscar a Kazan; hizo unas películas maravillosas y se hizo mal en no financiarle proyectos que tuvo después. Dentro del ser humano está el perdón y la comprensión, y quizás no sea justo mantener el resentimiento'. Lo que no le quita valor, dijo, a la reacción de su marido en la ficción. 'Fueron héroes en silencio e incluso algunos de sus compañeros llegaron a suicidarse por no poder trabajar, sólo por defender sus principios'. Scacchi considera una hipocresía que se marginara a Kazan 'cuando de lo que hay que sentirse avergonzado es de la persecución de Hollywood'.
Babelia
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