Una casa con alma artística
El área de Urbanismo de Irún intenta salvar una casa en la que vivieron Oteiza y Basterretxea
Está en la avenida de Iparralde de Irún, en una esquina antes de llegar a las antiguas instalaciones fronterizas del puente de Santiago. Llena de añadidos horribles y mal cuidada, pasa desapercibida y, sin embargo, es una casa con alma artística sobre la que pende el riesgo de demolición, pero que el departamento municipal de Urbanismo va a tratar de salvar, haciéndose eco de la petición de un grupo de arquitectos afincado en Barcelona y de la Fundación Oteiza.
Y es que el inmueble fue ideada en 1957 por el arquitecto guipuzcoano Luis Vallet por encargo de los escultores Jorge Oteiza (Orio, 1908) y Néstor Basterretxea (Bermeo, 1924), que mantuvieron allí su vivienda y su lugar de trabajo durante cerca de una década. La casa es 'un tanto neutra arquitectónicamente', pero tiene cierta inspiración en la arquitectura racionalista, explican medios del departamento de Urbanismo. Y añaden que Oteiza y Basterretxea pudieron tener cierta intervención en el diseño del edificio, aunque no existe documentación que lo acredite con absoluta certeza.
Lo que es seguro es que Oteiza y Basterretxea vivieron y trabajaron en el inmueble. El primero, por ejemplo, realizó allí investigaciones espaciales y escultóricas con pequeñas tizas, según se recuerda en Urbanismo. La casa albergó también, al menos, una reunión del Grupo Gaur, fundado en 1966 por Oteiza con el objetivo de defender la identidad cultural vasca e integrado por artistas como Basterretxea, Rafael Ruiz Balerdi, Remigio Mendiburu, Eduardo Chillida y José Antonio Sistiaga. El fotógrafo irundarra Fernando Larruquert les inmortalizó a todos en el inmueble con motivo del encuentro que tuvieron con el arquitecto Roberto Puig.
'Les hice la foto con una cámara de Basterretxea; el negativo está perdido', recuerda Larruquert, quien conoce muy bien la casa, porque estuvo en ella 'muchas veces'. El fotógrafo trabajó mano a mano con el artista de Bermeo en el montaje de los cortos Pelotari y Alkezar y del largometraje Amalur.
Con esta historia, el edificio, ocupado ahora por un club, un bar y una tienda, se alza en un polígono para el que el Ayuntamiento de Irún aprobó un Plan Especial de Reforma Interior, que prevé la ejecución de entre 80 y 100 viviendas e incluye la demolición de la casa. El proyecto aún no se ha llevado a cabo y, entre tanto, un grupo de arquitectos y la Fundación Oteiza se ha interesado por el mantenimiento del inmueble. Ante esta demanda, el departamento de Urbanismo se ha propuesto ser 'el motor' de las acciones dirigidas a intentar salvar el edificio, según afirma su responsable, Borja Semper, del PP. 'Vamos a ver qué posibilidades existen de negociar con los promotores de las viviendas y qué implicaciones jurídicas y económicas tendría su mantenimiento', explica, para añadir que, de conservarse, habría que buscar la colaboración de la Diputación y el Gobierno vasco para concretar su uso.
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