Los Concorde vuelan de nuevo
Dos aparatos supersónicos, símbolo del lujo a bordo, reanudan su actividad tras el trágico accidente del año pasado
Los 12 aviones Concorde que existen en explotación comercial en el mundo vuelven a volar. Dos de esos aparatos, símbolos supersónicos del lujo en la navegación aérea, reanudaron ayer una actividad interrumpida desde el 25 de julio de 2000, cuando un Concorde se estrelló al despegar del aeropuerto de París Roissy-Charles de Gaulle y causó 113 muertos.
El primero en restablecer la normalidad del Concorde, lanzado hace 25 años, fue un avión de Air France con 92 pasajeros, que aterrizó en Nueva York procedente de París a las 8.20 de la mañana, hora local. El nuevo supersónico, con neumáticos reforzados y depósitos de gasolina más resistentes, sigue siendo un avión ultraminoritario, que aporta el 1% de los ingresos a la compañía. Pero también simboliza una de las escasas victorias tecnológicas de Europa frente a EE UU: la batalla del supersónico comercial. El avión reemprende sus vuelos en un contexto difícil, en el que el tráfico aéreo ha disminuido un 30% tras los atentados del pasado 11 de septiembre. Al llegar a la ciudad americana, el avión fue recibido por el aún alcalde Rudolph Giuliani. 'Bienvenido a casa, Concorde, te echábamos en falta', dijo el político.
Para Jean-Cyril Spinetta, presidente de Air France, 'esta línea es un símbolo de la amistad entre Francia y EE UU'. Sobre el futuro del avión, para el que prevé 'aún largos años de vida' -se habla de 2007 como frontera-, no quiso precisar nada, pero admitió: 'Todos quisiéramos que pronto pueda existir una aeronave supersónica con más capacidad y que consuma menos combustible'.
Vuelo británico
Menos de una hora después de que aterrizara el Concorde de Air France lo hizo también el de British Airways. Eran las 9.07 de la mañana en Nueva York cuando el Concorde británico, con 90 pasajeros a bordo, tocaba suelo americano tras casi cuatro horas de vuelo desde el aeropuerto londinense de Heathrow.
A bordo viajaban también políticos, como el ministro británico de Transportes, John Spellar, y famosos, como el cantante Sting, un habitual pasajero supersónico desde hace 20 años. Una atmósfera festiva y casi carnavalesca había rodeado el despegue del Concorde en Londres, contrastando con la tensa ansiedad que reinaba en París, escenario de la catástrofe de hace algo más de un año.
'El Concorde es un símbolo de British Airways, de los viajes en avión y de normalidad en la vida cotidiana. Hay gente que tiene demasiado miedo de dejar su casa y necesita que la animen un poco para viajar', declaró Sting.
La importancia comercial y económica que ha tomado el retorno del Concorde es enorme por su simbolismo. La reanudación de sus vuelos se ha convertido en la mejor propaganda para la industria aeronáutica mundial. El retorno del Concorde a los cielos es el mejor mensaje que la industria puede dar al público: volar vuelve a ser seguro. Según British Airways, hay ya 3.000 reservas para volar a Europa con el Concorde.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.